Del Vatican Insider
Argentina es, quizás, el país en el cual Francisco ha designado más obispos durante su pontificado. En apenas seis meses el Papa nombró nueve, entre arzobispos, pastores residenciales y responsables de ritos orientales. Más del 60 por ciento de ellos provienen de la provincia eclesiástica de Buenos Aires, que Jorge Mario Bergoglio guió por más de 15 años.
En realidad Poli estuvo “prestado” unos años en esa diócesis de La Pampa, pero siempre fue un hombre de Buenos Aires. Fue auxiliar de Bergoglio entre 2002 y 2008. El 4 de mayo el Papa lo designó, además, ordinario para los fieles católicos del rito oriental residentes en Argentina.
Dos días después, el 6 de mayo, Francisco nombró al nuevo obispo de Merlo-Moreno. Para el cargo eligió a otro pastor formado en el clero de la capital, donde ocupó importantes puestos como juez del Tribunal Interdiocesano y representante del decanato número 11. Se trata de Fernando Carlos Maletti, hasta ese momento responsable de la diócesis de San Carlos de Bariloche.
El último día del mes de mayo llegó el nombramiento del tercer obispo argentino del pontificado. El primero no porteño. Sergio Osvaldo Buenanueva, hasta ese momento auxiliar de Mendoza, fue puesto a cargo de la diócesis de San Francisco.
En julio el Papa designó a Marcelo Daniel Colombo como nuevo obispo de La Rioja, en sustitución de Roberto Rodríguez, quien presentó su renuncia tras haber sobrepasado la edad de jubilación obligatoria, establecida en 75 años.
Una vez más el líder católico apuntó a un clérigo proveniente de la provincia eclesiastica de Buenos Aires. Antes de ser enviado a tierras riojanas Colombo guiaba a los católicos en Orán, pero siempre estuvo vinculado a la diócesis de Quilmes, sufragánea de la capital. Estudió en el seminario de esa ciudad y hasta fue párroco de su catedral.
También tiene una historia eclesiástica ligada a Quilmes el actual pastor de Orán, sucesor en ese puesto de Colombo gracias al nombramiento que recibió del Papa el 23 de julio de 2013. Gustavo Óscar Zanchetta nació en Santa Fe, estudió en Córdoba pero su formación sacerdotal la recibió en varias instituciones de Quilmes. Hasta su designación era subsecretario ejecutivo de la Conferencia Episcopal.
El flamante pastor de Rafaela es otro personaje proveniente del clero de Buenos Aires. Francisco lo designó al frente de la Iglesia en una de las regiones más conservadoras de Argentina el 10 de septiembre. Lo hizo porque lo conoce bien ya que fue su obispo auxiliar durante cuatro años (2009-2013). ¿Su nombre? Luis Alberto Fernández Alara.
Apenas 14 días más tarde, el 24 de septiembre, Francisco envió a otro de sus ex obispos auxiliares a suceder a su sucesor. Y aunque parezca un juego de palabras es real. Porque Raúl Martín dejó la capital y fue trasladado a Santa Rosa, donde ocupó el puesto dejado vacante por Poli tras su nombramiento como arzobispo porteño. Martín era obispo auxiliar de Buenos Aires desde el 1 de marzo de 2006.
Adicionalmente el pontífice nombró a Ibrahim Salameh, sacerdote sirio, como nuevo responsable apostólico para los fieles greco-melquitas residentes en Argentina, un puesto cuyo título técnico es “esarca” y tiene dignidad episcopal.
La lista la completa un arzobispo sin diócesis. El 13 de mayo Bergoglio incluyó entre los sucesores de los apóstoles a Víctor Manuel Fernández, rector de la Pontificia Universidad Católica Argentina. Uno de los teólogos con quien ha tenido una gran cercanía. Uno de los suyos.
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