Dios está cerca de la humanidad. Lo subrayó el Papa en su homilía de esta mañana. A mí, la imagen que me viene es la del enfermero, de la enfermera en un hospital: cura las heridas una a una, pero con sus manos. Dios se implica, se mete en nuestras miserias, se acerca a nuestras llagas y las cura con sus manos, y para tener manos se ha hecho hombre. Es un trabajo personal de Jesús. Un hombre ha cometido el pecado, un hombre viene a curarlo. Cercanía. Dios no nos salva sólo por un decreto, una ley; nos salva con ternura, nos salva con caricias, nos salva con su vida, por nosotros.
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