Desde que dejé el Seminario de Sololá. Un cúmulo de recuerdos, una muchedumbre de amigos y una oración confiada para que siga fructificando la sementera ¡Que siete años no son nada, frente a aquellos veinte inolvidables!
Desde que dejé el Seminario de Sololá. Un cúmulo de recuerdos, una muchedumbre de amigos y una oración confiada para que siga fructificando la sementera ¡Que siete años no son nada, frente a aquellos veinte inolvidables!
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