octubre 2015

17:39

A mí me gusta, en mi Parroquia, ofrecer a los fieles calendarios o almanaques. Me encantaría que, en cada una de las casas de mis feligreses, hubiese uno de estos calendarios.

A la hora de pensar en estos calendarios, suelo escoger alguna imagen que me parezca significativa. En la primera versión, de cien ejemplares, de cara al año 2016, he optado por un precioso cuadro de Antonello de Messina: “Cristo muerto sostenido por un ángel”.

Este cuadro se conserva en el Museo del Prado y es de una belleza absolutamente conmovedora. No es una pintura de enormes dimensiones. Mide 74 cm x 51 cm. Y esta obra, de un artista siciliano del siglo XV, llegó, no sé cómo, a una familia de Monforte de Lemos (Lugo), y, tras varias peripecias, al Museo del Prado.

No hace mucho, en mayo, he podido verla directamente, otra vez, en el Museo del Prado. Un ángel lloroso sostiene a Cristo muerto. La expresión del ángel lo dice todo. Cristo aparece desnudo, con una herida en el costado. En el fondo, los olivos y las calaveras; el monte Calvario.

Cristo es la encarnación de la misericordia. Dios Padre nos ama misericordiosamente, apiadándose de nosotros, porque ama a su Hijo, a Cristo, el Verbo encarnado. El Hijo de Dios hecho hombre, y no solo hecho hombre, sino traspasado y muerto. A nosotros se nos escapa esa conmoción; a los ángeles, no.

Dios se apiada de nosotros, porque, así Él lo ha querido, nosotros somos, en cierto modo, su Hijo. Nos ha hecho hijos en el Hijo.

Pero si hay Hijo, e hijos, hay Madre. Y sigo fiel a Antonello de Messina proponiendo, como icono del siguiente calendario, la excepcional “Annunciata di Palermo”. La Virgen Santísima leyendo la Escritura y dejándose sorprender por el arcángel, que le anuncia su maternidad.

Pero no todo es la imagen. En los calendarios, o almanaques, suelo poner el horario de la Misa dominical y de la semana, el teléfono de la Parroquia y algún otro dato complementario.

¿Cuál será mi tercera imagen? Desearía seguir fiel al proyecto del Año de la Misericordia y, por coherencia, también a Antonello de Messina.

Todas las papeletas las tiene, de momento, “Cristo alla colonna”. Un cuadro que he disfrutado, no hace mucho, tampoco, en París, en el Museo del Louvre.

No cuesta nada dejarse seducir por la belleza. La historia de la Iglesia, y del arte, es así de generosa.

Guillermo Juan Morado.

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16:09

29º Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo B


Catequesis - Dibujo de Fano

 
Dinámica catequética:

1.- Imprime una copia, lo más grande posible del dibujo a color, y haz en blanco y negro cuantas copias precises para colorear (los encuentras al final de esta entrada).

    • También puedes proyectar el dibujo para que todos los vean
    2.- Lee de nuevo, de forma narrativa, el evangelio de hoy (Mc. 10, 35-45). Se puede incluso escenificar.
    • No olvides crear un ambiente adecuado, es Dios que nos va a hablar: los niños sentados en torno a ti, que con una gran Biblia infantil cuentas-leyendo la escena, enfatizando los elementos centrales de la escena, que una vez más son los diálogos:   
    1. Santiago y su hermano Juan preguntaron: «Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir.» [...] «Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda.» 
    2. Jesús dijo a los hermanos y al resto de discípulos: «Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.»
    3.- Entrega el dibujo de Fano a los niños, y antes de pintarlo, o mientras se pinta, realizarmcon ellos algunas de las siguientes reflexiones en forma de pregunta:

     Idea de Fondo:
    • El dibujo conecta en la figura del Papa Francisco la campaña del DOMUND de este año, cuyo lema es "Misioneros de la misericordia", y el cual a su vez hace referencia al evento del “Jubileo de la misericordia”, que vamos a vivir a partir del 8 de diciembre de este año en toda la Iglesia.
    • Se pretende mostrar como el Papa, siendo una de las personas más importantes e influyentes del mundo, precisamente por ello se pone al servicio de todos y, sobre todo, de los más necesitados.
     Desarrollo catequético:

    • El papa es una de las personas más importantes del mundo porque es Jefe de un Estado, el Vaticano, y es la máxima autoridad en toda la Iglesia católica, que tiene muchos millones de cristianos en todo el mundo,
    1. ¿Cómo está en el dibujo el Papa?
    2. ¿Qué hace de rodillas?

           Siendo una persona tan importante se ha puesto al servicio de todos
    • El papa en sus manos lleva algo que ofrece como un regalo,
    1. ¿Qué es? 
    2. ¿Por qué el Papa regala el "Evangelio de Jesús"?


    • Los que reciben el regalo,
    1. ¿Para quiénes es el regalo? ¿Sólo para la Iglesia y los cristianos, o para todo el mundo? 
    2. ¿Cómo están? ¿Tristes o alegres? ¿Por qué?


    15:37

    “Les preguntó: “¿Qué queréis que haga por vosotros?” Contestaron: “Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda”. Jesús replicó: “No sabéis lo que pedís… el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos”. (Mc 10,35-45)

    Yo pienso que no siempre somos tan malos como parecemos.
    Más bien, creo que somos inocentes.
    Santiago y Juan no acuden a Jesús haciendo reclamos porque son malos.
    Sencillamente, como les dice Jesús: “No sabéis lo que pedís”.
    La confianza les animó a pedir los primeros puestos.
    La confianza no les hacía ver que estaban pidiendo algo contrario a todo lo que Jesús les estaba enseñando.

    Por lo demás es natural que todos queramos estar arriba.
    Aunque sin medir las consecuencias.
    Sin tomar conciencia de que son precisamente los de arriba los que pisotean a los de abajo.
    Sin darse cuenta de que ciertas aspiraciones iban a crear problemas en el mismo grupo.
    “Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan”.
    Es que las luchas por el poder siempre dividen.
    Las luchas por el poder siempre suelen ser motivos de luchas internas.

    Pidieron los primeros puestos:
    ¿por el cariño y la confianza que tenían con Jesús?
    ¿por creerse superiores a los demás?
    ¿por ansias de poder?

    Yo me inclino por el cariño y confianza.
    Sin embargo, tampoco ello justifica sus ilusiones y aspiraciones.
    El poder termina por cambiar a las personas.
    El poder termina por el ejercicio de la fuerza.
    El poder termina por marcar superioridades.
    El poder termina por crear distancias.
    El poder termina por creernos con derechos.
    El poder termina por imponernos a los demás.

    Todos hablamos de ser los primeros:
    Porque queremos servir a los demás.
    Porque queremos servir a los de abajo.
    Para servir a los demás:
    Primero hemos de ser servidores estando en llano.
    Primero hemos de ponernos al servicio de los demás estando abajo.
    Quien no sirve en el llano, difícilmente servirá desde las alturas.

    El que quiera servir tiene que hacerse el más pequeño.
    Ese es el primer servicio.
    El que quiera servir a los demás no necesita subir muy alto.
    Jesús vino a servir a todos.
    Pero para ello, primero “se abajó a sí mismo”.

    Desde el llano podemos amar a todos.
    Desde el llano podemos acercarnos a todos los débiles.
    Desde el llano podemos darnos a todos.
    Desde el llano podemos entregar nuestra vida por los demás.
    Es lo que hizo Jesús.
    Nunca buscó las alturas.
    La única altura que Jesús quiso fue la de la Cruz donde entregó su vida por todos.
    Por eso, a la luz de la vida de Jesús, el camino del servicio es “hacerse el menor de todos”.
    Los demás están más cercanos cuando estamos en el llano.
    Conocemos mejor el sufrimiento de los demás están abajo que arriba.
    Desde arriba se ve más lejos.
    Pero se ve menos lo de cerca.
    “El Hijo del hombre no ha venido para que lo sirvan sino para servir y dar su vida en rescate por todos”.

    Clemente Sobrado C. P.


    Archivado en: Ciclo B, Tiempo ordinario

    15:22

    “Dijo Jesús a sus discípulos: “Si uno se pone de mi parte ante los hombres, también el Hijo del Hombre se pondrá de su parte ante los ángeles de Dios. Y si uno me reniega ante los hombres, lo renegarán a él ante los ángeles de Dios”. ( Lc 12,8-12)

    ¡Qué fácil resulta recitar el Credo en las Misas dominicales en la Iglesia!
    ¡Qué difícil resulta luego confesarse creyente en el grupo de los amigos!
    Siempre me ha admirado:
    La valentía con la que el ateo confiesa su incredulidad.
    La cobardía con la que el creyente esconde su fe en El.
    La libertad con la que aceptamos que el ateo se ría de los que aún creen.
    La cobardía con la que los creyentes nos manifestamos cuando en torno nuestro se siente ciertas sonrisitas maliciosas.

    Jesús es claro:
    La fe no es para vivirla solo en privado.
    La fe es para manifestarla también en público.
    La fe no es para vivirla en la Iglesia los domingos.
    La fe es para confesarla también los días de semana en nuestro medio.

    Sigo manifestando mi admiración:
    Por el ateo que no tiene vergüenza en confesar su ateísmo en público.
    Por los creyentes que respetan más la incredulidad del ateo que la fe del creyente. ¿No existe aquí una contradicción con uno mismo?
    Claro que debemos respetar a los que no creen y no piensan como nosotros.
    Pero ¿por qué respetamos al ateo y nos reímos y hasta burlamos del del creyente?

    Jesús no necesita de seguidores que solo se manifiestan los domingos en la Misa.
    Jesús necesita de seguidores que “se pone de su parte ante los hombres”.
    Jesús no necesita de seguidores que lo proclaman los domingos en la Iglesia.
    Jesús necesita de seguidores que “no renieguen de él delante de los hombres”.

    Jesús nos marca un criterio en orden a la confesión pública de nuestra fe:
    La actitud que nosotros asumamos frente a él delante de los hombres, será la garantía de la actitud que él asumirá por nosotros delante del Padre.
    Yo espero que Jesús no nos mida con esa medida.
    Y que a pesar de nuestras cobardías, él dé cara por nosotros ante el Padre.
    Y que a pesar de nuestros silencios, él sepa hablarle de nosotros al Padre.
    Y que a pesar de nuestras vergüenzas, él no se avergüence de nosotros ante el Padre.

    Porque es triste reconocerlo, porque:
    A los cristianos debe faltarnos mucho convencimiento.
    Creemos pero diera la impresión de no estar demasiado convencidos.
    A los cristianos creo que nos falta más coraje.
    Creemos pero con cierto complejo de inferioridad delante de los demás.
    A los cristianos creo que no falta un poco de “orgullo creyente”, para no sentirnos raros y extraños en un mundo que le cuesta reconocer a Dios.

    Nos han inculcado mucho el intimismo.
    Pero nos han suavizado el compromiso público.
    Pienso que debiéramos aprovechar la “preparación para la Confirmación” para fortalecer en nosotros la conciencia de “testigos”, de “testimonio”. ¿No nos habremos olvidado de lo que dice el Concilio Vaticano II?
    “Los fieles, incorporados a la Iglesia por el bautismo, quedan destinados por el carácter al culto de la religión cristiana, y regenerados como hijos de Dios, tienen el deber de confesar delante de los hombres la fe que recibieron de Dios por medio de la Iglesia. Por el sacramento de la confirmación se vinculan con más perfección a la Iglesia, se enriquecen con una fortaleza especial del Espíritu Santo, y de esta forma se obligan con mayor compromiso a difundir y defender la fe, con su palabra y sus obras como verdaderos testigos de Cristo”. (L.G. n. 11)

    Clemente Sobrado C. P.


    Archivado en: Ciclo B, Tiempo ordinario

    12:25
    Ciudad del Vaticano (AICA): En un mensaje al director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), José Graziano da Silva, con motivo de la Jornada Mundial de la Alimentación, el papa Francisco pidió una solidaridad transformada en gestos tangibles, “que requiere compartir y no sólo una mejor gestión de los riesgos sociales y económicos o una ayuda puntual con motivo de catástrofes y crisis ambientales”. “Las condiciones de las personas hambrientas y malnutridas pone de manifiesto que no es suficiente ni podemos contentarnos con un llamado general a la cooperación o al bien común”, advirtió e invitó a preguntarse: “¿Es aún posible concebir una sociedad en la que los recursos queden en manos de unos pocos y los menos favorecidos se vean obligados a recoger sólo las migajas?”

    “Vivimos en una época donde la búsqueda afanosa del beneficio, la concentración en intereses particulares y los efectos de políticas injustas frenan iniciativas nacionales o impiden una cooperación eficaz en el seno de la comunidad internacional”, advirtió el papa Francisco en su mensaje con ocasión de la Jornada Mundial de la Alimentación, que este año tiene como tema “Protección social y agricultura para romper el ciclo de la pobreza rural”.


    El mensaje del pontífice está dirigido al director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), José Graziano da Silva.

    Francisco aseguró en su mensaje que “queda mucho por hacer por lo que se refiere a la seguridad alimentaria, que se divisa aún como una meta lejana para muchos”.

    “Este doloroso escenario está reclamando con urgencia que se retome la inspiración que condujo al nacimiento de esta Organización y nos compromete a buscar los medios necesarios para librar a la humanidad del hambre y promover una actividad agrícola capaz de satisfacer las necesidades reales de las diversas áreas del planeta”, sostuvo.

    Asimismo, observó que es un objetivo ambicioso, pero improrrogable, “que se debe perseguir con renovada voluntad en un mundo donde aumentan las diferencias en los niveles de bienestar, ingresos, consumos, acceso a la asistencia sanitaria, educación y por lo que concierne a una mayor esperanza de vida”.

    “Somos testigos, a menudo mudos y paralizados, de situaciones que no se pueden vincular exclusivamente a fenómenos económicos, porque cada vez más la desigualdad es el resultado de esa cultura que descarta y excluye a muchos de nuestros hermanos y hermanas de la vida social, que no tiene en cuenta sus capacidades, llegando incluso a considerar superflua su contribución a la vida de la familia humana”, precisó.

    Tras subrayar la importancia del tema elegido para esta Jornada, aseguró que es “un problema que pone de relieve la responsabilidad hacia los dos tercios de la población mundial que carece de protección social, incluso mínima”.

    “Un dato aún más alarmante -advirtió-- por el hecho de que la mayoría de esas personas viven en las zonas más desfavorecidas de aquellos países donde ser pobre es una realidad olvidada y la única fuente de supervivencia está ligada a una escasa producción agrícola, a la pesca artesanal o a la cría de ganado en pequeña escala”.

    “La carencia de protección social afecta sobre todo a los pequeños agricultores, ganaderos, pescadores y agentes forestales, obligados a vivir precariamente, porque el fruto de su trabajo depende con frecuencia de condicionamientos naturales, que a menudo escapan de su control, y a la falta de medios para enfrentar las malas cosechas o para obtener las herramientas técnicas necesarias”, afirma y agrega que, paradójicamente incluso cuando la producción es abundante, “se encuentran con serias dificultades para el transporte, la comercialización y el almacenamiento de los frutos de su trabajo”.

    El Santo Padre afirmó que “las condiciones de las personas hambrientas y malnutridas pone de manifiesto que no es suficiente ni podemos contentarnos con un llamado general a la cooperación o al bien común”, e invita a preguntarse: “¿Es aún posible concebir una sociedad en la que los recursos queden en manos de unos pocos y los menos favorecidos se vean obligados a recoger sólo las migajas?”

    Además, condenó que “la falta de protección social es un factor negativo en sí mismo y no puede restringirse sólo a las posibles amenazas para el orden público, puesto que la desigualdad afecta a los elementos fundamentales del bienestar individual y colectivo, como, por ejemplo, la salud, la educación, la calidad de vida, la participación en los procesos de decisión”.

    Al hacer referencia a los más desfavorecidos, el Papa recordó que “son personas, no números, y reclaman que las apoyemos, para poder mirar el futuro con un mínimo de esperanza” y pidió a los gobiernos y a las instituciones internacionales que actúen cuanto antes, haciendo todo lo posible, aquello que dependa de su responsabilidad.

    El pontífice pidió una solidaridad transformada en gestos tangibles, “que requiere compartir y no sólo una mejor gestión de los riesgos sociales y económicos o una ayuda puntual con motivo de catástrofes y crisis ambientales”. “Es esto lo que se pide a la FAO, a sus decisiones y a las iniciativas y programas concretos que se lleven a cabo en los distintos lugares”, añadió.

    Francisco se refirió también a la función que la protección social puede desarrollar para favorecer la familia, “en cuyo seno sus miembros aprenden desde el inicio lo que significa compartir, ayudarse recíprocamente, protegerse los unos a los otros”.

    “Garantizar la vida familiar significa promover el crecimiento económico de la mujer, consolidando así su papel en la sociedad, como también apoyar el cuidado de los ancianos y permitir a los jóvenes continuar su formación escolar y profesional, para que accedan bien capacitados al mundo laboral”, puntualizó.

    “La Iglesia no tiene la misión de tratar directamente estos problemas desde el punto de vista técnico”, reconoció y aseguró que los aspectos humanos de estas situaciones no la dejan indiferente.

    Francisco sostuvo que ante las dificultades, no puede prevalecer el pesimismo o la indiferencia, y admitió que lo que hasta ahora se ha hecho, no obstante la complejidad de los problemas, es ya motivo de aliciente para toda la Comunidad internacional, para sus instituciones y sus líneas de acción.

    El Papa mencionó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada recientemente por las Naciones Unidas, y manifestó su deseo de que no se quede sólo en un conjunto de reglas o de posibles acuerdos e “inspire un modelo diverso de protección social, tanto en el plano internacional como nacional”.+

    Texto completo del mensaje del Papa a la FAO

    Nota seleccionada para el  blog del Padre Fabián Barrera

    08:51
    El próximo 18 de octubre celebramos el Domingo Mundial de las Misiones, en comunión con toda la Iglesia, para vivir la dimensión universal de la fe y el compromiso de la caridad con los más pobres. 

    Invitamos a todas las comunidades parroquiales, colegios, movimientos católicos, etc. a participar en las actividades de información, formación y cooperación misionera organizadas con motivo del DOMUND. Para entre todos promover una corriente fraterna y solidaria con las necesidades de las misiones y de los misioneros. 

    Para esta Jornada del DOMUND y como antesala al Jubileo Extraordinario de la Misericordia, se ha escogido el lema"Misioneros de la misericordia".

    MISIONEROS... Son aquellos que entregan su vida al Señor, sirviendo a los hombres y anunciándoles la alegría del perdón. Por medio de ellos, la misericordia de Dios alcanza la mente y el corazón de cada persona. 

    DE LA MISERICORDIA. "Es la vía que une Dios y el hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados para siempre no obstante el límite de nuestro pecado. Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia, es fuente de alegría, de serenidad y de paz." Los misioneros acompañan con amor y paciencia el crecimiento integral de las personas, compartiendo su día a día. 

    El cartel de este año refleja este acompañamiento misericordioso que hacen los misioneros alrededor de todo el mundo. La misionera del cartel es Antonia Valverde, de las Hermanas del Amor de Dios, ella misma nos explica: 

    "Aida, al fallecer su marido, ha pasado un tiempo sola, desconsolada, dejada por completo y casi ciega. A las Hermanas nos considera su familia. Nosotras estuvimos presentes ya antes, pues, al ser un matrimonio mayor, los visitábamos, les dábamos la comunión y hacíamos por ellos lo que está a nuestro alcance. Aida no olvida la lucha que mantuvimos con ella para ayudarles. Le aconsejamos que metiera en la casa a una familia que la cuidara. El cambio que ha dado es radical. El señor hace maravillas con sus pobres. Nosotras seguimos visitándola y dando gracias a Dios por ella. Hace un mes la han operado de un ojo, y está feliz de poder ver." 

    Las obras de misericordia son el revulsivo para despertar nuestra conciencia, tan aletargada ante el drama de la pobreza, y entrar aún más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina. Todo queda plasmado en el abrazo entre la misionera y la anciana. La expresión de sus rostros es reflejo de un amor misericordioso, comprometido, recíproco y profundo.

    Anciana y cieguecita, llevaba semanas sin salir de su choza. El poblado era pequeño, a cuatro mil metros de altura, escondido en la parte peruana de la cordillera andina. Ella estaba muy cansada y decía que solo aguardaba morir. Recibía con afecto a sus nietos, que pasaban tardes enteras escuchando sus historias y empapándose de sus palabras. No le faltaban las visitas a la abuela María.

    Dieguito, de seis años, entró ufano en la estancia de su abuela, para comunicarle que un sacerdote celebraría con ellos la fiesta de la Virgen del Pilar. Hacía más de seis meses que no recibían la llegada de un padrecito. El pueblo se preparó con dedicación, y María advirtió a sus familiares: «cuando llegue el padre, me acompañáis a la puerta para que pueda saludarlo».

    «Fueron los mejores años de mi vida», comentaba don Juan muchos años después. Había vuelto a su pueblo, en el interior de Castilla, para estar con los suyos.

    «Llegué a un pueblo, a cuatro mil metros de altura, y cuando aún no había entrado –era la Virgen del Pilar– una anciana muy mayor, ciega, salió a mi encuentro, guiada por sus nietos. Delante de mí se echó al suelo, me tomó de las manos y las cubrió de besos al tiempo que decía: “no son sus manos las que beso, sino las de Cristo mismo que trae el perdón de los pecados y el pan de la Eucaristía”».


    La Virgen del Pilar es patrona de la hispanidad, porque bajo su amparo muchos entregaron su vida para que los pueblos de América tuvieran una fe tan fuerte como la abuela María. La indiecita, que nunca supo leer y estaba ciega, llevó a los suyos a lo más importante: a las manos de Cristo que entregan la sagrada Eucaristía y el perdón de los pecados.

    Fulgencio Espá

    Una gran misión de todos: no escatimar medios para cuidar a sus deudos hasta el último hálito de vida
    Tengo la impresión de que el Instituto Nacional de Estadística es de las pocas instituciones que mantiene profesionalidad y prestigio. Sus notas de prensa periódicas facilitan datos exactos sobre cuestiones de máxima importancia, de acuerdo con parámetros con frecuencia internacionales. Así sucede, por ejemplo, en materia de mortalidad: causas básicas de la defunción, distribución por sexo, edad, residencia y mes de defunción; indicadores que permiten realizar comparaciones entre comunidades autónomas y grandes grupos de causas de muerte.
    Siento sólo que esas notas sobre mortalidad no incluyan información sobre el lugar del fallecimiento, para poder comprobar si el tránsito se produce más en centros sanitarios que en el hogar del difunto. Sería muy significativo para los análisis sobre el fin de la vida, objeto de polémicas y leyes en muchos países del mundo. Ayudaría también quizá a superar la actual confusión en la opinión pública entre alimentación artificial y tratamientos terapéuticos.
    Justamente, es uno de los elementos que complica la tramitación del nuevo proyecto francés sobre el fin de la vida, que actualizaría la ley Leonetti de 2005; fue aprobada entonces por unanimidad de diputados y senadores, cosa insólita en parlamentos occidentales cuando se trata de asuntos no “políticamente impuestos”. Hace diez se produjo una clarificación importante, conforme con una ética universal, y no sólo con la doctrina social católica: el enfermo, o sus representantes legítimos, tiene derecho a rechazar tratamientos con efectos secundarios negativos, aun a riesgo de anticipar la muerte (se evita así el fenómeno conocido popularmente como “encarnizamiento terapéutico”).

    Algunos pacientes sufren pérdida de condiciones vitales −por lo general, como consecuencia de accidentes de tráfico, incluida la capacidad de expresar plenamente sus sentimientos. Pero no tienen en sentido estricto una dolencia que vaya a producirles la muerte a corto plazo, aun sin tratamientos excepcionales. De ahí, ante el cansancio de médicos y familias, la equiparación de la alimentación e hidratación artificiales a los cuidados terapéuticos, para autorizar que se desconecten las vías en las habitaciones de los hospitales. No siempre sucede que el organismo del enfermo no tolere ya la alimentación, sino que la espera resulta menos tolerable para quienes le atienden.
    En el fondo, se trata de la cuestión radical debatida en Francia en el caso Vincent Lambert, sobre el que se ha pronunciado incluso el Tribunal europeo de derechos humanos. Aun así, no se ha logrado una situación jurídica de causa finita, por la complejidad del problema: al cabo, depende de unas decisiones personales que graban la conciencia de los parientes más próximos y de los profesionales sanitarios. Así acaba de entenderlo el tribunal administrativo de Châlons-en-Champagne, al rechazar la petición de detener la alimentación, como si fuese encarnizamiento terapéutico. Para los jueces la decisión corresponde a los médicos, en virtud de su “independencia profesional y moral”.
    El problema se agudiza, como se ha visto en días pasados en España, cuando el sufrimiento afecta a los más inocentes, los niños. No todo, aunque sí mucho, es sentimentalismo en el tratamiento informativo de casos que pasarían inadvertidos si se sustanciaran en los hogares, no en los grandes hospitales.
    Desde luego, no parece que prescindir de una mínima alimentación favorezca la “muerte digna”. Al contrario, según explican los expertos: exige una sedación profunda de los pacientes, para evitar uno de los modos de morir más angustiosos para el ser humano.
    Llega un momento en la vida en que la tarea del médico no es sólo procurar la sanación, sino sostener la moral del paciente y acompañar a la familia más próxima. Por ahí va la medicina paliativa, con ejemplos eximios en nuestro país: nunca agradeceré bastante el desvelo de cuantos trabajan en el hospital de cuidados Laguna, centro de referencia en este campo, al que “derivó” a mi hermano mayor el sistema público de salud, desahuciado después de ser muy bien atendido en el Clínico de Madrid. Allí murió.
    Pero de ese Centro de cuidados me interesa subrayar una de sus grandes línea de trabajo: la atención de enfermos o ancianos en sus propios hogares, que incluye facilitar formación y alivio a los parientes inmediatos, no sólo en el día a día, sino mediante espacios periódicos de descanso. Se cumple así esa gran misión de todos −también amigos, sociedad civil, administración pública de ayudar en lo posible al deseo radical de cada familia: no escatimar medios para cuidar a sus deudos hasta el último hálito de vida.
    Salvador Bernal, en religionconfidencial.com.

    Los círculos menores del Sínodo de obispos han publicado sus relaciones sobre la segunda parte delInstumentum laboris, que aborda el “Discernimiento de la vocación familiar”. 

    Entre los temas que han subrayado se encuentran la importancia de la pedagogía divina sobre la familia contenida en la Sagrada Escritura, la necesidad de impulsar más prácticas de vida cristiana en familia –el rosario, la lectura de la Biblia...– o la relación entre familia y cultura.

    En sus observaciones a la segunda parte del Instrumentum laboris, los obispos se muestran más conformes que con la primera, a la que criticaron por su tono negativo. Esta vez, encuentran más indicaciones valiosas para renovar la pastoral familiar. De todas formas, vuelven a insistir en que se recurra más a la Biblia.


    La Biblia contiene una pedagogía divina que ha de servir a la Iglesia como modelo de pastoral familiar

    La Escritura como modelo de pedagogía

    Es necesario “presentar la Biblia como una matriz para la vida matrimonial y familiar cristiana –sostiene la relación del círculo inglés C–. Como se señaló en el Vaticano II, la Biblia es la fuente principal para elaborar un nuevo lenguaje acerca del matrimonio y la familia”. También el círculo A de lengua francesa ha señalado la necesidad de acudir más a la Escritura. Según este círculo, la segunda parte delInstrumentum laboris “no está suficientemente sustentada sobre la Sagrada Escritura”.
    Según muchas de las relaciones, la Biblia contiene una pedagogía divina que ha de servir a la Iglesia como modelo de pastoral familiar. En palabras del círculo B de lengua francesa, “necesitamos una brújula segura que oriente nuestra mirada y nuestro caminar. Esta brújula es la Palabra de Dios en la historia, historia que culmina en Jesucristo, ‘Camino, Verdad y Vida’ para toda familia y para todo hombre y mujer en cualquier situación que se encuentre”.
    Además del Nuevo Testamento, gran parte de las relaciones apuntan a la riqueza de muchos textos del Antiguo Testamento donde el matrimonio y la familia son los protagonistas. “Muchos matrimonios del Antiguo Testamento, tales como los presentados por el libro de Tobit, responden de modo hermoso a la vocación al matrimonio y a la vida familiar”. El círculo B de lengua inglesa subraya la importancia del Cantar de los Cantares, un libro que “aporta una reflexión única sobre el amor humano como diálogo entre dos amantes que se elogian mutuamente, que se anhelan y se regocijan en la intimidad conyugal”.
    La reflexión sobre la pedagogía divina recogida en la Biblia es también un camino fundamental para descubrir y comprender la paciencia y la misericordia de Dios con los hombres. La “gradualidad y procesualidad” son dos rasgos de esta pedagogía, destacados por el círculo A de lengua española. Dios “educa teniendo en cuenta cada persona, progresivamente, en comunidad, corrige, acompaña y perdona”.

    Más vida cristiana en familia

    Otro aspecto destacado por casi todas las relaciones es el impulso una mayor vida cristiana en familia. Algunos han indicado la posibilidad de proponer una lista de prácticas y devociones especialmente idóneas para ser vividas en familia. En este sentido, “el rosario ha sido central en la discusión; también lo ha sido la importancia de que los padres lean la Escritura a sus hijos, o de que los hermanos la lean juntos. Los obispos también han destacado el valor que tiene la asistencia familiar a la Eucaristía dominical”, recoge la relación del círculo D de lengua inglesa.
    Algunos grupos de trabajo han indicado la posibilidad de proponer una lista de prácticas y devociones especialmente idóneas para ser vividas en familia
    Los obispos franceses siguen esta misma línea: “Hemos considerado de gran interés desarrollar la invitación a una contacto más estrecho con la Palabra de Dios en familia”. Se ha destacado también la importancia de preservar el sabor cristiano de tantas celebraciones y ceremonias vividas por las familias en sus hogares, entendidas como una verdadera catequesis para vivir “en la libertad y la alegría de la fe la verdad y la belleza de la familia”.

    Vocación matrimonial

    Suele ser frecuente asociar la palabra “vocación” a la vida sacerdotal o la vida consagrada, pero pocas veces se vincula esta expresión con el matrimonio o la familia. Así lo ha señalado el círculo A de lengua inglesa: “Si bien el sentido de la palabra ‘vocación’ es claro cuando se aplica al sacerdocio, suele ser preciso aclarar qué queremos decir cuando hablamos de ‘vocación a la vida matrimonial’. Debemos reconocer que la familia en sí misma también tiene una vocación”.
    El “discernimiento de la vocación familiar” al que invita la segunda parte del Instrumentum laboris ha visto necesario enfatizar la verdadera relación que ha de existir entre la familia y la acción pastoral. La familia no ha de ser vista como mero “objeto” de la acción pastoral de la Iglesia, sino primero como “sujeto” de esta acción. En palabras del círculo B de lengua francesa, “el paso de la familia como objeto de la acción pastoral a la familia como sujeto de la acción pastoral bien podría ser una de las aportaciones esenciales del presente Sínodo en la vida de la Iglesia”. La propuesta del círculo C francés ha ido en esta misma línea: “Se trata de discernir no solamente la vocación, sino también la misión de la familia”.
    También el círculo C de lengua italiana ha hablado del “valor evangelizador del matrimonio y la familia”. Los obispos italianos han insistido en que “la comunidad cristiana sea una familia de familias, mida su acción pastoral con el estilo de la familia y transmita con ellas una fuerza humanizadora a la vida del mundo, superando la deriva individualista”.

    La fidelidad como don

    En términos generales, las connotaciones que se atribuyen a la palabra “indisolubilidad” referida al matrimonio son más negativas que positivas. Varios círculos menores han señalado la necesidad de promover un nuevo enfoque de esta noción, que recupere su auténtico significado. En este sentido, el círculo A de lengua francesa ha sugerido “hablar más de fidelidad y de indisolubilidad en términos de don y de llamamiento, más que en términos jurídicos o de deber”.
    Varios de los círculos menores de lengua inglesa han hablado de “la necesidad de presentar la indisolubilidad del matrimonio como don de Dios más que como una carga, así como de encontrar una forma más positiva de hablar de este, de modo que la gente pueda apreciar el don. Esto se relaciona con una cuestión amplia, relativa al lenguaje”.
    “El paso de la familia como objeto de la acción pastoral a la familia como sujeto de la acción pastoral bien podría ser una de las aportaciones esenciales del Sínodo”

    Para hacerse comprender

    En el tema de la relación entre familia y cultura, destaca la relación del círculo de lengua alemana. En ella, los obispos han señalado el equívoco al que puede conducir en ocasiones la expresión “matrimonio natural”, dando a entender una realidad humana supuestamente desligada de la cultura. “En la historia de la humanidad el matrimonio natural siempre se encuentra marcado por la cultura. El concepto de matrimonio natural puede implicar que existe una forma de vida al margen del condicionamiento cultural. Por tanto, proponemos formularlo así: el matrimonio fundado en la creación”.
    También otros círculos han puesto el acento en el estrecho vínculo entre familia y cultura. “Hablar de familia es hablar de una realidad humana que se inscribe en el tiempo y en el espacio. Cada familia tiene sus genealogías, que se enraízan en una historia y una cultura”, sostiene el círculo C de lengua francesa.
    Los obispos ingleses también afirman que, entre las diversas culturas “existen ciertamente puntos de convergencia, que surgen de un sentido compartido sobre el plan de Dios, que está presente en la creación y que llega a su plenitud en Cristo crucificado y resucitado (…). Pero las diferentes maneras en que este misterio se encarna en diferentes lugares del mundo hacen que sea todo un reto equilibrar lo local con lo universal. Esta sigue siendo una tarea primordial del presente Sínodo”.
    “La Iglesia se encuentra inevitablemente en una tensión entre la claridad necesaria de la doctrina del matrimonio y la familia, por un lado, y la tarea pastoral concreta”, señalaba la relación del círculo alemán. “Resulta necesario y urgente vigilar el lenguaje que se emplea y evaluar la efectiva comprensibilidad de cuanto se expresa –afirma un círculo de lengua italiana–. La verdad cristiana es la Persona de Cristo, que eligió nacer, crecer y vivir en una familia”. Este sin duda otro gran reto del Sínodo: hacer llegar con sabiduría y paciencia las enseñanzas de la Iglesia a las familias concretas, sea cual sea su situación.
    aceprensa

    (Cfr. www.periodistadigital.com/religion)


    Día Mundial de la Alimentación

    Las ONG católicas reclaman luchar contra el desperdicio de alimentos para acabar con el hambre en el mundo

    Cáritas y Manos Unidas recuerdan que 800 millones de personas no tienen acceso a la alimentación

    Tras décadas de trabajo contra el hambre, la pobreza y sus causas, estos datos son inaceptables

    (Cáritas/Manos Unidas).- Ante la celebración, el 16 de octubre, del Día Mundial de la Alimentación, Cáritas Española y Cáritas Europa se unen a otras instituciones nacionales e internacionales, y organizaciones de la sociedad civil para denunciar la escandalosa situación que viven en pleno siglo XXI los 800 millones de personas que aún pasan hambre en el mundo y que ven negado el acceso al derecho humano básico a la alimentación.

    De los ODM a los ODS: el hambre sigue sin erradicarse
    Hace ahora dos semanas los líderes mundiales acordaron en la Asamblea de Naciones Unidas de Nueva York un nuevo marco de desarrollo sostenible, basado en 17 Objetivos (ODS) aplicables universalmente bajo el principio de responsabilidad común y compartida. El segundo de esos Objetivos se fija la meta de acabar en 2030 con el hambre en el mundo, lograr la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y promover la agricultura sostenible.
    Este Objetivo, que ya se había definido dentro de los ODM (Objetivos de Desarrollo del Milenio) aprobados en el año 2000, se renueva ahora al mantenerse como una de las metas de desarrollo global que sigue sin cumplirse. Ante este escenario, Cáritas rechaza nuevas demoras y reclama un compromiso mayor y más ambicioso para afrontar ese reto prioritario.

    La oportunidad de la Cumbre del Clima en París
    Europa es el principal donante mundial en términos de ayuda oficial al desarrollo. Además, la seguridad alimentaria se sitúa entre las prioridades de las políticas de desarrollo y del marco financiero de la UE. Sin embargo, queda aún mucho por hacer.
    Por ello, las Cáritas europeas urgen a las instituciones comunitarias a mejorar la coherencia de sus políticas y a apostar por la lucha contra el cambio climático y la gobernanza de la tierra, elementos que tienen un impacto directo en el acceso al derecho a la alimentación. Una manera clara de reforzar este compromiso es alcanzar un acuerdo ambicioso y vinculante en la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21), que se celebra en París del 30 de noviembre al 11 de diciembre.
    El propio territorio de la Unión Europea tampoco es ajeno a las disfunciones del sistema alimentario que se plasman, por ejemplo, en el escándalo del desperdicio o pérdida de alimentos, o el drama de la pobreza alimentaria que afecta a millones de personas. La Comisión Europea estima que cerca de 100 millones de toneladas de alimentos se desperdician cada día. Esto abre una brecha social inaceptable y vulnera la dignidad de las personas en situación más precaria. Por este motivo, Cáritas insta a repensar y analizar los sistemas de producción y consumo para hacerlos más justos y sostenibles.


    Labor global de Cáritas: acción, sensibilización e incidencia
    Dentro de la campaña global "Una Sola familia humana. Alimentos para todos", liderada por el Papa Francisco en diciembre de 2013 a través de Cáritas Internationalis, Cáritas Española y Manos Unidas han realizado en nuestro país diferentes acciones de sensibilización para dar a conocer los objetivos de la misma, Junto a ello, Cáritas Española viene participando, en íntima coordinación con Cáritas Europa, en acciones de incidencia ante el Parlamento Europeo para reclamar que el derecho a la alimentación sea un derecho humano básico y fundamental.
    Además de esta intensa labor en el ámbito de la sensibilización y la incidencia pública, Cáritas Española apoya numerosos proyectos de seguridad alimentaria en todo el mundo. Mauritania, Guatemala o Etiopía entre otros, son buen ejemplo de ese compromiso. Una de estas exitosas experiencias de trabajo es la llevada a cabo con campesinos etíopes de la zona de Shashamane, en la Región de Oromia, donde, a través del fortalecimiento del sistema de cooperativismo y el apoyo a programas agrícolas a pequeña escala, unas 419.000 personas están ya implicadas en procesos productivos dirigidos a mejorar la seguridad alimentaria de sus comunidades.
    En España, por ejemplo, con el objetivo de dignificar la cobertura del derecho a la alimentación a las familias en situación vulnerable, numerosas Cáritas Diocesanas han puesto en marcha en los últimos años varios recursos y servicios orientados a dar respuesta a esas demandas de emergencia, a través de proyectos como atención domiciliaria, apoyo escolar, economatos solidarios o huertos ecológicos dirigidos al autoconsumo, entre otros.

    Evento de Cáritas sobre pobreza alimentaria en la Expo de Milán
    En el marco del Día Mundial de la Alimentación, el próximo 17 de octubre tendrá lugar en la Expo Universal de Milán el evento "Acciones e incidencia para erradicar la pobreza alimentaria". Organizado por Cáritas Europa, el acto contará con la presencia del cardenal Luis Antonio Tagle, presidente de Cáritas Internationalis, así como con representantes de la Comisión Europea, de diferentes Cáritas nacionales de la UE y de Cáritas Española, y de la sociedad civil.
    En la jornada se expondrá la realidad del acceso a la alimentación dentro de Europa y se presentarán los resultados de una encuesta europea de alimentación, en la que ha participado Cáritas Española. Asimismo, se mostrarán diversas experiencias que las Cáritas europeas desarrollan en el ámbito de la alimentación, que van desde proyectos de distribución de alimentos a programas de microcréditos o de fomento de la agricultura ecológica.
    En el Día Mundial de la Alimentación, Cáritas quiere recordar que aún queda mucho por hacer para alcanzar el derecho a la alimentación de todas las personas, ya sea dentro de España, en Europa o en el resto del mundo. Es, también una jornada para renovar la apuesta de Cáritas a favor de este derecho a través del apoyo a programas de desarrollo sostenible y de carácter humanitario, y de acciones de sensibilización e incidencia política para transformar los marcos normativos que permitan para hacerlo realidad.
    Por su parte, y según denuncia Manos Unidas en un comunicado, una de cada nueve personas no tiene suficientes alimentos para llevar una vida saludable y activa, es decir, 795 millones de personas sufren hambre en el mundo. Pero además, la gran mayoría de estas personas vive en zonas rurales y dependen de la agricultura por lo que son especialmente vulnerables a la degradación ambiental, los desastres naturales y los precios de los alimentos. Para Manos Unidas, que desde hace 56 años lucha contra el hambre, la pobreza y sus causas, estos datos son inaceptables.
    Esta semana se celebran varios días especiales que nos recuerdan que la lucha contra la lacra de la pobreza y el hambre en el mundo debe continuar y cómo la agricultura y la sostenibilidad del uso de los recursos es esencial para lograrlo. Así, el viernes 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación bajo el lema "Protección social y agricultura para romper el ciclo de la pobreza rural" . Y el sábado 17 de octubre, el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza bajo el lema "Construir un futuro sostenible: unirnos para poner fin a la pobreza y la discriminación".




    CINE CONTRA EL DESPILFARRO DE ALIMENTOS en la SEMANA CONTRA LA POBREZA

    También esta semana, el jueves 15 de octubre a las 11:30 h., en la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España (Calle Zurbano 3, Madrid), se presentó el Festival de Clipmetrajes Manos Unidas. En esta séptima edición, el concurso de videos de un minuto contra la pobreza y el hambre se centra, especialmente, en concienciar contra el desperdicio de alimentos. Para participar en el Festival y ganar alguno de los premios, se deben consultar las bases tanto en la Categoría General, como en Categoría Escuelas.
    Como miembro de la Coordinadora de ONG de Desarrollo de España, Manos Unidas anima a participar en las manifestaciones y otros eventos que se han convocado en toda España, durante esta Semana contra la Pobreza.

    MANOS UNIDAS EN EL COMITÉ DE SEGURIDAD ALIMENTARIA DE LA FAO
    En estos días dos representantes de Manos Unidas han participado en el 42 Comité de Seguridad Alimentaria (CSA) de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) en Roma. Por cuarto año consecutivo, hemos asistido a esta importante cita en la que los estados que integran la FAO, las organizaciones de la sociedad civil y el sector privado, discuten y fijan la agenda de las cuestiones más importantes relativas a la seguridad alimentaria y nutricional en el mundo.
    La agenda de la FAO se alinea con la recién aprobada Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible y está especialmente centrada en conseguir sobre todo, el segundo ODS (Objetivo de Desarrollo sostenible): poner fin al hambre y lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible. Además, en este 42 periodo de sesiones el tema principal a tratar es "La contribución del agua a la seguridad alimentaria y la nutrición" , por lo que también se presta especial atención a todo lo relacionado con el sexto ODS: garantizar la disponibilidad de agua, su gestión sostenible y el saneamiento para todos.
    Además de participar en Grupos de Trabajo junto a CIDSE, la Red Internacional de ONG Católicas de Desarrollo de la que Manos Unidas es la única ONGD española miembro, Manos Unidas ha estado en reuniones con organizaciones de la sociedad civil preparando la estrategia conjunta de cara al Comité de Seguridad Alimentaria. Por último, Manos Unidas ha asistido a reuniones como el Foro de Alto Nivel sobre "La Vinculación de los pequeños productores con los mercados".

     

    (Cfr. www.almudi.org)



    El coro




    Dirección: François Girard.País:USAAño: 2014. Duración: 103 min. Género:DramaReparto:Dustin Hoffman, Kevin McHale, Josh Lucas, Debra Winger, Garrett Wareing, Joe West. Música: Brian Byrne. Estreno en España: 9 Octubre 2015.

    Reseña: 
    El célebre y exigente director de uno de los mejores coros infantiles del mundo, descubre un extraordinario talento en un niño huérfano conflictivo. Sus estrictas pero inspiradoras lecciones despertarán en el joven el amor por la música.
    Se podría caer en el injusto error de tachar la película de complaciente y sensiblera. O de utilizar a mansalva elementos del film francés Los chicos del coro, rodando en inglés, con actores de tirón internacional. Pero la realidad es que el film usa de estos elementos con una brillante ejecución, que propicia un grato visionado.
    El coro tiene el tono amable y positivo de ¡Qué bello es vivir! y una enorme capacidad para convencer al gran público, al tiempo que da a conocer el potencial de la educación para cambiar la vida del individuo, reivindicando el esfuerzo por hacer las cosas bien –se deben inculcar al alumno valores éticos y disciplina–, y el valor de la familia. Las actuaciones y la música son muy buenas. (Almudí JD). Decine21: AQUÍ

    (Cfr. www.almudi.org)

     
     
     
    Para vivir la vida hemos de servir a los demás, como Jesús que ha venido a salvarnos con su amor

    “En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: - «Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir.» Les preguntó: - «¿Qué queréis que haga por vosotros?» Contestaron: - «Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda.» Jesús replicó: - «No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?» Contestaron: - «Lo somos.» Jesús les dijo: - «El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado.» Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús, reuniéndolos, les dijo: - «Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos» (Marcos 10,35-45).

    1. El Evangelio nos dice que los hermanos Santiago y Juan piden un puesto especial a Jesús: -«Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda.» Jesús les habla de sufrir por amor, de la cruz, y de servicio: “el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos”. Jesús salva no por una acción heroica, una guerra salvadora, sino por la obediencia del martirio. ¿A quién gana Jesús nuestro rescate, a quien lo paga? Al pecado, a la muerte, al demonio… a los poderes del mal. Nos cuesta descubrir que sólo Dios puede perdonar nuestros pecados y que para eso ha venido al mundo Jesús que es nuestro único Salvador, por eso le decimos: gracias, Jesús, creo firmemente que has venido al mundo para salvarme, y te pido perdón de mis pecados, porque sólo Tú puedes y quieres perdonarme. Gracias, Jesús. A veces me siento que no me salen las cosas, no me siento con fuerzas para estudiar o portarme bien, como el paralítico que no podía andar, y tú le dijiste: “Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”. Quiero sentir tu fuerza y ver que contigo, con la confesión, con la comunión, con la oración, puedo sacar adelante todo, obedecer tus Mandamientos. Con tu Muerte en la Cruz te sacrificaste por nosotros como un corderito llevado al matadero. Por eso le decimos en la Misa: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo... Y es tan grande el poder de tu Sangre, que una sola gota puede librar al mundo de todos los pecados. Tú perdonas a muchos pecadores: a María Magdalena, al buen ladrón... También a nosotros nos perdonas, pero ahora lo haces por medio de sus sacerdotes, en el Sacramento de la Penitencia o Confesión.

    Propósito: - Cada noche al acostarme miraré a Jesús a la cara y, si en algo te he disgustado, le pediré perdón. Demos gracias a Jesús, que con su Sangre nos ha purificado de nuestros pecados, diciéndole: - Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. - Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. - Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz (Fomento).

    ¿Cada cuándo tengo que confesarme? La Iglesia pone el mínimo una vez al año, pero el Espíritu Santo nos sugiere que nos acerquemos con más frecuencia, la que cada uno quiera (semanal, quincenal, mensual…) pues la confesión además de limpiar de los pecados nos da fuerzas, nos hace amigos de Dios. Me decía un sacerdote anciano que mientras que la comunión a veces no sentimos nada, siempre que nos confesamos sentimos un gozo y paz, una alegría hasta física, como un regalo del cielo.
    Bautizarse es participar en ese "dar su vida" en  sustitución "por muchos", aunque es una manera de hablar pero lo entendemos. En cambio, mucho más claro es lo que sigue: ese dar la vida se hace no dominando sino sirviendo, no hay que reinar con el poder de ser más que los demás, sino con servicio, cuando nos queremos, no siendo el primero sino el último: "El que quiera ser grande, sea vuestro servidor". Ésta es la doctrina cristiana: “¿sois capaces?” nos pregunta Jesús hoy. Comulgar es comprometerse a compartir el mismo gesto de Jesús. En cada misa, Jesús vuelve a preguntarnos: «¿Podéis beber esta copa que yo bebo?»

    2. El libro de Isaías nos habla de la profecía del sufrimiento de un Siervo de Dios que iba a “entregar su vida como expiación”: y así “verá su descendencia, prolongará sus años” porque comenzará una nueva familia no hecha de los hijos naturales sino de la fe, de los que quieren ser hijos de Dios. Él salvará de la esclavitud a los prisioneros: “Por los sacrificios de su alma verá la luz, el justo se saciará de conocimiento. Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos”. Hoy, el día del Domund, día de las misiones… podemos también ayudar a los de lejos, en primer lugar a los de cerca: - La alegría es para el hombre lo que la luz del sol para las plantas. Haz el favor de sonreír, aunque no tengas ganas. Sonríe siempre y estimula tu propia alegría. - Que no haya antipatía, desprecio o rechazo de los demás sino siempre modales amables, simpatía con todas las personas, especialmente con los de casa. - Evítales a los demás todos los disgustos que puedas. - Si te equivocas, sé humilde y rectifica, con sentido del humor, tomándonos poco en serio, que no vale la pena enfadarnos y amargar a los demás: arreglarlo enseguida nos alegra y pone contento a los demás y a Dios sobre todo. Jesús, gracias, porque eres Amor de Dios encarnado que no se acobardó ni buscó escapatorias ante el peligro, y aceptó vivir ese amor pasase lo que pasase. De esa muerte dramática nace luz, salvación, vida para todos: el amor rompió el maleficio del mal y de la muerte, y abrió un camino nuevo para la humanidad entera; el amor vivido por el Dios hecho hombre abrió para todos los hombres la vida de Dios.

    El Salmo nos dice que “la palabra del Señor es sincera… y su misericordia llena la tierra”, que la gran obra de Dios es la salvación de Jesús, donde la mirada  eterna e invisible de Dios se transparenta en la retina visible del Cristo. "¡Los ojos  deseados que tengo en mis entrañas dibujados!" (S. Juan de la Cruz). Y mirada también de la Virgen que  dice al Dios enamorado, que viene a visitarnos, que también en la tierra se mira como se  mira en el Cielo. Le preguntaron a unas monjas carmelitas descalzas cómo hacían para no aburrirse sin ver la tele, sin estar al día de las noticias… y ellas contestaron que su “tele” era el Sagrario… ahí está el Corazón de Jesús, la puerta del cielo, la ventana mágica para sentir sobre nosotros la "mirada de Dios", para sentir cuando nos sintamos débiles la defensa más segura para todas las tentaciones, y la fuerza más grande de todo poder humano. Ante un mundo de violencia, ambición y guerra, pienso en las personas comprometidas a favor de la vida, las actividades que organizan respiran alegría, paz y “buen rollo”, orden, optimismo, esperanza… una lucha pacífica que da confianza para que las familias puedan hacer oír su voz en la calle sin que los políticos las manipulen, y poco a poco puedan cambiar la sociedad. En una de esas manifestaciones escuché la “canción de los niños”, de Perales, sonaba como una canción de paz para cambiar las leyes… y al final, «el plan del Señor subsiste por siempre; los proyectos de su corazón, de edad en edad», que es lo que hace feliz al hombre, por tanto hemos de tener confianza: Dios nos ha hablado, Cristo nos ha prometido que todo irá bien.

    3. Es lo que nos dice la Carta a los Hebreos: “Hermanos: Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un sumo sacerdote grande, que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios”, y desde allí nos prepara un lugar, y cuida de que no nos descaminemos, nos va guiando; además nos comprende porque ha pasado por lo que pasamos nosotros: “No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado. Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie oportunamente”. Pues acudamos a Él, a través de la Virgen, su Madre y nuestra.
    Llucià Pou Sabaté

    (Cfr. www.almudi.org)

     

    (Is 53,10-11) "Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos"
    (Hb 4,14-16) "Acerquémonos con seguridad al trono de la gracia, para alcanzar misericordia"
    (Mc 10,35-45) "El que quiera ser grande, sea vuestro servidor"


    La pregunta de Cristo a estos dos discípulos tras hacerles notar lo improcedente de su petición es todo un desafío: “¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?” Retengamos hoy en el alma, como una lección inolvidable, la briosa respuesta de estos dos hermanos: “Lo somos”, contestaron.

    El Señor que conocía sobradamente lo que hay en el corazón de cada hombre y que no se dejaba impresionar por ardorosos arrebatos -a Pedro que estaba dispuesto a dar la vida por Él le dirá: “no cantará el gallo sin que me hayas negado tres veces” (Jn 13, 38)-, viendo la resolución de Santiago y Juan, aseguró: “lo beberéis, y os bautizaréis”. En una época en que el sentimentalismo se impone a la libertad y al dominio de sí en muchas gentes, y en la que las simpatías y antipatías, las ganas y desganas, los flechazos a primera vista, los estados de humor imponen su ley a la razón y a la voluntad, la libertad, y que frente a todo esto se piensa que no hay nada que hacer y lo sensato es dejarse llevar, declarando que la mejor manera de librase de una tentación es ceder a ella con la consiguiente pérdida del control sobre nosotros mismos, la respuesta de estos dos discípulos es toda una lección de carácter, de personalidad.

    Hay que amar a Dios con todo el corazón, apasionadamente, con el calor y la fuerza de Santiago y Juan, poniendo todo la seriedad de que seamos capaces en lo que Dios nos ha confiado. Si nuestra conducta fuera el producto de decisiones fríamente calculadas no viviríamos íntegramente la caridad. “A la perfección moral, enseña S. TOMÁS, pertenece que el hombre se mueva al bien no sólo según la voluntad, sino también según el sentimiento”.

    Cada uno de nosotros debería llevar, con la ayuda de lo alto, un ser decidido a todo, un ser que ante los desafíos -esos obstáculos que se interponen en el camino- conteste: Possumus! ¡Sí, Señor, podemos! Podemos superar nuestras deficiencias, suprimir nuestras rencillas y derribar los muros que nos separan. Podemos controlar más esa lengua murmuradora y calumniosa que tanto daño hace y que nos aleja de Dios y de los demás. Podemos preocuparnos más de los demás viviendo una fraternidad más servicial y atenta. Podemos trabajar con más intensidad y perfección huyendo de chapuzas e improvisaciones. Podemos ser más sobrios y pacientes. 

    ¡Podemos! El Señor nos ayudará porque Él ha depositado su Amor en nuestros corazones y el amor es más fuerte que la muerte.

    23:24

    “Miles y miles de personas se agolpaban hasta pisarse unos a otros. Jesús empezó a hablar, dirigiéndose primero a sus discípulos: “Cuidado con la levadura de los fariseos, o sea, con su hipocresía. Nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, nada hay escondido que no llegue a saberse… Por tanto, no tengáis miedo: no hay comparación entre vosotros y los gorriones”. (Lc 12,1-7)

    Jesús arremete contra la hipocresía farisaica del querer aparentar lo que no se es.
    La hipocresía de la mentira de la vida, que es peor que “decir mentiras”.
    La hipocresía que trata de ocultar los propios defectos y exhibir virtudes que, con frecuencia, no tenemos.

    No hay peor fermento que el de la mentira.
    No hay peor fermento que el de la hipocresía.
    No hay peor fermento que el aparentar una cosa y ser otra.
    No hay peor fermento que el exigir a los demás lo que uno no hace.
    No hay peor fermento que el obligar a los demás ser lo que uno no es.

    Tratar de ocultar los propios defectos, no es el mejor camino de la santidad.
    Tratar de ocultar las propias deficiencias, no ayuda a la verdad de los demás.
    Siempre que hablo con parejas suelo decirles:
    Que los matrimonios no se rompen por fuera sino por dentro.
    Que los matrimonios no se quiebran por problemas internos de pareja sino por el engaño.
    Que los matrimonios comienzan a divorciarse con la mentira y el engaño de la infidelidad.
    Porque es mentir a la esposa o esposo.
    Porque es engañar a la esposa o esposo.
    Y donde hay engaño y mentira se acabó el amor.
    El amor solo puede crecer en la verdad.

    Pero, esto mismo, puede sucedernos como creyentes y como Iglesia.
    Los últimos años, la Iglesia ha sufrido dolorosas experiencias, que trató de silenciar durante años.
    Porque, como dice Jesús:
    “Nada hay cubierto que no llegue a descubrirse”.
    “Nada hay escondido que no llegue a saberse”.
    El tiempo se encarga de desempolvar demasiadas miserias ocultas.
    El tiempo se encarga de desempolvar demasiados pecados que no hemos querido reconocer para no perder nuestra imagen.

    La hipocresía de aparentar la santidad que no se vive, no ayuda a la autenticidad de la Iglesia.
    La hipocresía de aparentar la santidad que no se tiene, no es el mejor fermento de santidad en la Iglesia.
    La hipocresía de aparentar lo que no somos, no es el mejor fermento para la verdad de nadie.
    La hipocresía que trata de aparentar sin ser, es un fermento que, en vez de fermentar la masa, la daña internamente.
    La hipocresía del celo por la verdad, cuando uno está viviendo en la mentira del Evangelio, no es un fermento que nos regale un buen pan.

    Vivir en la mentira no es engañar a los demás.
    Vivir en la mentira es engañarnos a nosotros mismos.
    Porque cada uno somos lo que somos.
    Y no lo que los demás puedan decir o pensar de nosotros.
    La mentira no sana ni cura a nadie.
    El enfermo no se cura ocultando su enfermedad.
    La verdad, puede ser dolorosa, pero sana los corazones.
    La hipocresía de la mentira puede mantener una imagen que no responde a la verdad.
    La sinceridad de la verdad, puede de momento, crearnos una mala imagen.
    Pero termina por reconocer que al menos, aunque humanos, somos sinceros.

    Solo seremos buen fermento del mundo, siendo sinceros y veraces con nosotros mismos.
    Solo seremos buen fermento de Evangelio, siendo honestos con la verdad.
    Preferimos un pecador sincero consigo mismo, que un santo de apariencia.
    Jesús fue claro cuando dijo: “La verdad os hará libres”.

    Clemente Sobrado C. P.


    Archivado en: Ciclo B

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