Vivir el cristianismo en serio. Lo pidió el Papa en la homilía de la misa de la mañana del 24 de octubre. Sin esta conciencia del antes y del después de la que nos habla Pablo, nuestro cristianismo ¡no sirve a nadie! Es más: va por el camino de la hipocresía. "Me digo cristiano, ¡pero vivo como pagano!". Algunas veces decimos "cristianos a mitad de camino", que no toman en serio esto. Somos santos, justificados, santificados por la sangre de Cristo: ¡tomar esta santificación y llevarla adelante! ¡Y no se la toma en serio! Cristianos tibios: "Pero, sí, sí; pero, no, no". Un poco como decían nuestras mamás: "¡cristiano al agua de rosa, no!". Un poco así... Un poco de barniz de cristiano, un poco de barni ...
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