“Decía Jesús a la gente: “Cuando veis subir una nube por el poniente, decís enseguida: “Chaparrón tenemos”, y así sucede. Cuando sopla el sur, decís: “Va a hacer bochorno” y no lo hace. Hipócritas si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis vosotros juzgar vosotros mismos lo que se debe hacer?” (Lc 12,45-59)
Bernarnos terminaba el Libro “Diario de un Cura Rural” con una frase que se hizo célebre: “Todo es gracia”.
Hoy, leyendo este Evangelio tendremos que decir:
Todo es palabra de Dios.
Todo habla de Dios.
Todo nos hace ver a Dios.
Dios es de los que se esconde, pero también de los que se manifiesta.
A Dios no hace falta ir lejos para encontrarlo, lo tenemos en todas partes.
A Dios no hace falta regalarle un celular para hablar con él.
Todas las cosas son celulares de Dios.
Todos los acontecimientos son celulares de Dios.
Habla de Dios el hombre.
Habla de Dios la pobreza.
Habla de Dios la riqueza.
Habla de Dios la fiesta.
Habla de Dios la alegría.
Habla de Dios la tristeza.
Habla de Dios la salud.
Habla de Dios lo enfermedad.
Habla de Dios el amor.
Habla de Dios los acontecimientos de a diario.
Jesús es bien claro:
Vemos unas nubes en el cielo, y sabemos que va llover.
Vemos que sopla el aire caliente, y sabemos que va a hacer calor.
¿Y por qué si a través de los fenómenos naturales sabemos interpretar lo que va a su suceder, por qué no somos capaces de interpretar a Dios a través de los acontecimientos de la vida?
¿A caso la pobreza de los pobres no nos habla de Dios?
¿A caso la riqueza de los ricos no nos habla de Dios?
¿A caso el amor de los esposos no nos habla de Dios esposo de la Iglesia?
¿A caso el amor de los novios no nos habla de Jesús novio nuestro?
¿A caso los problemas de los jóvenes no nos hablan de qué hacen por ellos?
¿A caso Dios no nos habla de nuestra fe a través de las crisis de la juventud?
¿A caso Dios no nos habla a través de las crisis que sufre la Iglesia?
¿A caso no nos habla a través de las crisis vocacionales?
Lo importante es saber leer los acontecimientos.
Lo importante es saber leer los problemas que nos rodean.
Para que quien sabe ver y leer todo es voz de Dios.
Nos han enseñado a leer letras, pero no acontecimientos.
Nos han enseñado a leer libros, pero no a leer la historia que camina con nosotros.
Si aprendiésemos a leer debidamente la vida estaríamos en diálogo constante con Dios.
Si aprendiéramos a leer los problemas del mundo viviríamos en diálogo diario con El.
Si aprendiésemos a leer nuestras vidas viviríamos charlando con El.
Incluso lo malo que acontece, es una llamada que Dios nos hace.
Incluso la injusticia es la voz de Dios que nos llama la atención.
No. Dios no es ningún mundo.
Dios habla por sí mismo y nos habla a través de todo.
Tendremos que comenzar a leer de nuevo.
Tendremos que regresar a la escuela del Evangelio para aprender a leer de nuevo.
¡A volver todos a la escuela del Bautismo!
¡A volver todos a la escuela de la Fe!
¡Y es gratuita!
Clemente Sobrado C. P.
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