“Dijo Jesús a sus discípulos: “Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no lo dejaría abrir un boquete. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre. Pedro le preguntó: “Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos?” (Lc 12,39-48)
Sigue Jesús su diálogo con los discípulos.
Son ellos los primeros que han de tener las antenas atentas.
Pero esta vez llama nuestra atención sobre dos realidades:
Estar atentos a los que pueden robarnos el tesoro del Evangelio.
Seguir atentos “porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre”.
Se trata de una llamada de atención que pudiera solucionarnos muchos problemas y pudiera darnos grandes sorpresas de Dios en nuestras vidas.
Atentos para que “el ladrón no abra un boquete”.
Recién comienzo a tomar conciencia de muchas cosas:
No faltan quienes quieren abrir boquete a nuestro Bautismo.
Y tratar de robarnos nuestra condición de hijos de Dios.
Tratar de robarnos nuestra vida de “hijos adoptivos”.
Tratar de robarnos nuestra fe bautismal.
¿Dónde ha quedado, para muchos su Bautismo?
Si ni siquiera saber cuándo fueron bautizados.
Necesitamos más atención a nuestro Bautismo sin el cual dejamos de ser cristianos.
No faltan quienes quieren abrir un boquete a nuestro sacerdocio.
Quienes tratan de cuestionarlo.
Quienes tratan de poner en duda su sentido.
Quienes tratan de poner en duda su importancia hoy.
Quienes tratan de convencernos que nos limita en nuestro desarrollo humano.
Quienes tratan de convencernos de que tenemos que renunciar al amor humano.
Quienes tratan de convencernos de que el celibato carece de sentido.
Necesitamos estar atentos que nadie apague en nosotros la llamada de Dios.
Necesitamos estar atentos a la belleza del servicio del Pueblo de Dios.
Necesitamos estar atentos a quienes nos ofrecen baratos y tentadores.
No faltan quienes quieren hacer un boquete a la Vida consagrada
La vida consagrada no vive sus mejores momentos.
Muchos se preguntan si aun tiene sentido en la Iglesia.
Muchos nos sienten como extraños que no vivimos la vida.
Muchos nos quieren ver secularizados, como el resto.
Muchos nos quieren ver como el resto del Pueblo de Dios.
Muchos no entienden nuestros votos.
Y muchos corremos el riesgo de ser como todos.
Y muchos corremos el riesgo de no llamar la atención.
Muchos quieren hacernos un boquete por donde entre el agua y el buque se hunda.
Mientras tanto el Señor nos quiere como modelos que animen al resto a vivir a fondo el el Evangelio.
Es preciso estar atentos para que nadie nos robe la generosidad de nuestra entrega.
Es preciso estar atentos para que nadie nos robe la generosidad de nuestro servicio al Pueblo de Dios.
No faltan quienes quieren hacer un boquete a la vida de matrimonio.
Nos quieren hacer creer que el matrimonio gay es igual al matrimonio entre hombre y mujer.
Nos quieren meter gato por liebre.
Nos quieren hacer entender que eso de “para siempre” es una utopía.
Nos quieren hacer ver que la infidelidad es un éxito en la vida,
Nos quieren hacer ver que el divorcio es normal.
Nos quieren hacer ver que si no nos entendemos lo mejor es separarnos.
Nos quieren hacer ver que una nueva unión puede ser la felicidad que no tenemos.
Nos quieren hacer ver que es problema de caracteres.
Nos quieren hacer ver que por encima de todo está el derecho a la igualdad.
Como veis hay demasiados ladrones empeñados en hacer boquetes en la vida.
Incluso hacer boquetes en nuestras vidas para que seamos como todo el mundo.
Incluso hacer boquetes en la Iglesia.
Estemos con el ojo abierto y el oído espabilado.
Estemos atentos a no dejarnos robar nuestra identidad.
Estemos atentos a no dejarnos robar nuestra fidelidad.
Estemos atentos no dejarnos robar lo que Dios ha sembrado en nosotros.
Clemente Sobrado C. P.
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