La TV, el cine y los videojuegos, en la cultura actual, están sustituyendo a la lectura. Cuando esto sucede las imágenes sustituyen a las palabras y la pasividad sustituye a la actividad. Cuando leemos, creamos activamente las imágenes con nuestra imaginación. Pero cuando miramos una película, somos como un niño en el seno materno (un teatro o un cine a oscuras, confortable, se parece al seno materno). La vida y la pantalla han invertido su relación: en lugar de estar la pantalla en la vida, cada vez más, la vida está en la pantalla.
Esto es significativo, no sólo porque casi todo el contenido de la TV es baratija (aunque muchos libros también lo sean), sino porque las imágenes han adquirido un nuevo poder en nuestra mente. Es un regreso a la época mítica: los mitos proceden más de la imaginación, los sueños o las visiones que de la razón. La razón fue reemplazando al mito con el helenismo, y la fe reemplazó al mito en Israel. Hoy, en la cultura occidental, parece que el pensamiento se está desviando de estas dos herencias: la razón griega y la fe judeo-cristiana, sus raíces milenarias. ¿Hacia dónde?...
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