Una inesperada excursión






Anteayer fui víctima de un secuestro. A las seis de la tarde llamaron a la puerta de mi pequeño apartamento de Los Roques y un chaval de doce o trece años me instó a acompañarle. En un automóvil familiar de nueve plazas me esperaba el pleno de la familia de Pilar, una encantadora delincuente de Arona que quería acercarme al Teide.





Pablo, Pilar, Enrique, Giovanni, Hiurma, Alicia, José María… Lo siento, me lío con los nombres. No me resulta fácil identificar a todos los componentes de la banda de secuestradores. Además me colocaron en la parte delantera del coche y comenzamos a trepar por las empinadas cuestas de esta isla. Vi pinos canarios, rocas azufrosas de color verde, extensiones de “malpaís”, plantas tropicales y paisajes lunares.




Durante el viaje el novio de Hiurma, que se llama Pablo (espero no equivocarme) y es casi ciego, demostró que sabe de pájaros una barbaridad. No sé cómo logré salir airoso de sus preguntas.




De regreso, cenamos en un restaurante rural: pizza, metro y medio de salchicha y papas nosécómo. Alicia, la pequeña de la familia, se durmió como un tronco a la vuelta.




Aquí tenéis el testimonio gráfico del secuestro.




Publicar un comentario

[facebook][blogger]

SacerdotesCatolicos

{facebook#https://www.facebook.com/pg/sacerdotes.catolicos.evangelizando} {twitter#https://twitter.com/ofsmexico} {google-plus#https://plus.google.com/+SacerdotesCatolicos} {pinterest#} {youtube#https://www.youtube.com/channel/UCfnrkUkpqrCpGFluxeM6-LA} {instagram#}

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.
Javascript DesactivadoPor favor, active Javascript para ver todos los Widgets