Los típicos madrileños siempre nacen en otro sitio. Yo, por ejemplo, vine a este planeta en Bilbao, más conocida como la Urbe, pero soy tan madrileño como mi Arzobispo, que es gallego. Yo creo que hace 50 años aquí no vivía nadie. Los chicos y chicas madrileños que he tratado durante estas últimas décadas, siempre tenían padres de otro sitio. Lo bueno de esta ciudad es que admite la doble nacionalidad. Incluso la triple o cuádruple. Uno puede ser al mismo tiempo madrileño, bilbaino, valenciano, romano, sevillano del Betis, gijonés...
--O sea, universal.
--No, querido Kloster. Soy un buen patriota de todas mis patrias. Mis raíces se hunden en la tierra, no vuelan por el universo. Universal sólo en un sentido: me niego a sentirme diferente de mis vecinos. Aborrezco las fronteras.
Ayer, por ejemplo, vi en la tele el homenaje a Raúl y me emocioné como si el Real Madrid me importara algo. Ahora se va a decidir si Madrid será sede olímpica en 2020, y yo estoy a favor, porque es mi pueblo y soy un tipo vulgar que no entiende nada de economía. Ignoro si será bueno o malo que esto se llene de atletas dentro de 17 años y no quiero abrir un debate ahora sobre esta cuestión. Pero me gustan estos dos vídeos, y los pongo aquí antes de que nos digan que no..., o que sí.
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