Desde los años de la formación para el sacerdocio conocí a compañeros que encarrilaron su futuro espiritual y sacerdotal por el Opus Dei. Unos eran ordenados al servicio de la diócesis, pero con sus vivencias y copromisos estaban en la órbita del Opus. Otros eran miembros activos de la estructura propia de la prelatura del Opus.
Siempre he encontrado en ellos a personas seriamente formadas en el plano intelectual, honradamente sensatas en el campo espiritual y consecuentes con sus principios y convicciones, que nunca han arriado a pesar de las mudanzas de los tiempos.
Con el nuevo Papa hubo algún imbécil enano intelectual que profetizó la caída en desgracia de la fundación de San Josemaría ante el Pontificado que abría sus puertas el 13 de marzo pasado.
Todo ha seguido los caminos de la Providencia divina y de las decisiones del propio Papa Francisco, quien ha dado responsabilidades mayores a curas que ya las tenía en el Vaticano, y ha elegido a otros para darles nuevas funciones dentro de la Curia.
A los sacerdotes, miembros del Opus, se les está llamando para la renovación del campo económico de las finanzas vaticanas. Esto hace comentar a los imbéciles enanos intelectuales que algo darán al Vaticano cuando echa mano de ellos el Papa en asuntos monetarios.
Los sacerdotes de la Obra que trabajan en la Curia son unos responsables curas, que conocen muy bien sus obligaciones y que las cumplen y las cumplirán con un escrupuloso modo de actuar.
Es la misma forma de actuar del Opus Dei en todos los papeles que ejercen dentro de la Iglesia sean laicos o curas en la enseñanza, en el derecho, en la universidad, en las misiones…..
Mientras, el error del Papa Francisco de elegir a un monseñor para formar parte del proyecto renovador del banco vaticano ha resultado con un oscuro pasado, los imbéciles enanos intelectuales afirman que es una trampa que las personas de la Curia han tendido al bueno del Papa Francisco. Para mantener semejante afirmación se puede ser tonto, pero no tanto.
El hecho positivo que hoy deseo resaltar es cómo los curas miembros del Opus Dei son llamados al poder, y monseñor Alvaro del Portillo es convocado por el Papa hasta los altares, ya que un excelente milagro lo ha aprobado la Congregación de la Causa de los Santos.
Felicito a todos los miembros de la Prelatura del Opus Dei, donde dispongo de buenos amigos y lectores constantes que me lo demuestran con sus comentarios y sugerencias personales y pastorales. Dios se lo pague a todos.
Recomendación
Invito a leer la novela titulada:
El hombre que nunca votó
Prologada por don Juan Manuel de Prada
http://marianojv.awardspace.com/novela.html
Tomás de la Torre Lendínez
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Hola, estoy totalmente de acuerdo en que los sacerdotes de la Obra son de los mejor formados que se puede encontrar, y me da mucho gusto que se les reconozca y se les invite a dar un mayor servicio a la Iglesia. Pero es eso, un servicio, una responsabilidad, no "poder", pues eso hace parecer que se tratara de un grupo de mafiosos. Y es la idea que muchas pesonas que atacan a la Iglesia y al Vaticano tiene: que se trata de un montón de curas ansiosos de poder y no de los sacerdotes al servicio de la Iglesia Universal. Es mi observación, espero que le sirva, saludos!