Hoy he logrado terminar de acondicionar la hermosa terraza de la casa parroquial, para disfrute propio y de otros. Además prediqué un retiro en Logroño, que ma ayudó también a mí. Y es que el verano da para todo, pues el sol brilla con fuerza y permite el trabajo y el descanso, que es un gusto.
La foto permite ver la belleza de mi terraza con las nuevas plantas que incorporé hoy.
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