La frase que está en el título es literal del profesor uruguayo, secretario de la Pontificia Comisión para América Latina, dicha en el ‘Meeting de Rimini para la Amistad entre los Pueblos’, tras hablar el cura Pepe, el hombre de las villas de la miseria bonaerense.
Entretanto, otro jesuita, el padre José Aldunate, escribe un artículo titulado:
La Iglesia Latinoamericana revive con la teología de la liberación.
El autor, aunque reconoce que la teología de la liberación tiene una inspiración marxista, sin embargo hace esta solemne confesión:
“Se ha definido la Teología de la Liberación como “la teoría de una praxis liberadora”. Si hay que ir dilucidando cuál pueda ser una praxis liberadora para los pobres de hoy y de mañana en un mundo en camino de globalización, el cristiano tiene que ser el primero en este ejercicio de dilucidación y ejecución de la praxis”.
¿Quién está en el camino recto?
Guzmán Carriquiry comentó que lo que hace el cura Pepe en las villas de la miseria de Buenos Aires, donde siempre estaba acompañado por el entonces cardenal de la ciudad porteña, actual Papa Francisco, era lo mismo que está haciendo en el solio de Pedro, y afirmó taxativo:
“En el fondo -indicó el profesor uruguayo- es la misma imagen que vemos cuando lavó los pies en la cárcel de menores; visitó Lampedusa; la favela de Vaghina; o el hospital de tóxico-dependientes de Río de Janeiro”. Y enfatizó “¡No hace falta una teología de la liberación para hacerlo. Es suficiente el evangelio vivido, el abrazo de la caridad, el testimonio conmovido de sí”.
Con esta afirmación, el profesor Guzmán Carriquiry está contando la historia de la Iglesia Católica en el amplísimo campo de la caridad y del amor a los hermanos pobres y necesitados.
San Felipe Neri, San Juan de Dios, San José de Calasanz, San Vicente de Paul, Santa Luisa de Marillac, San Alfonso María de Ligorio, San Juan Bosco, Santa Ángela de la Cruz, Beata Madre Teresa de Calcuta…..¿actuaban con el cuento de la praxis liberadora marxista, o el puro evangelio con la caridad y el amor al prójimo en quien veían al mismo Cristo sufriente?.
Por lo tanto, el profesor Guzmán Carriquiry, desde el cargo que ostenta, ha dejado a la teología de la liberación como una pieza de museo reciente, pero nada más.
El jesuita Aldunate acaba su artículo con ésta frase:
“En esta línea decimos que la Teología de la Liberación es un camino providencial de reflexión querido por Dios.”
Para un tiempo y un espacio histórico y geográfico determinado, que ha hecho mucho daño a la Iglesia que peregrina en América y en España. La teología de la liberación hoy no sirve para lo esencial: lo que el hace el cura Pepe en las villas de la miseria de la enorme capital de Argentina.
Todavía estoy esperando al Papa Francisco citar esta o parecida frase:
“Porque la teología de la liberación………”
Fuentes
La intervención de Guzmán Carriquiry está haciendo clic aquí.
El artículo del jesuita Aldunate está pulsando aquí.
Tomás de la Torre Lendínez
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