Y no he podido asistir, por tener tareas parroquiales indelegables. Pero, de corazón, me uno a mis paisanos de Sorzano, subiendo espiritualmente a la ermita, a rezarle y cantarle a la Virgen, recordando a quienes se nos fueron y recibiendo al final el sabroso "bollo".
De todos modos, cuando termine mis tareas, me acercaré a Sorzano para compartir el "bollo" con mi familia y mis paisanos ¡Feliz fiesta de la Virgen del Roble".
La foto es de la ermita del Roble, sacada hace unos días en una de mis visitas.
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