El Papa Francisco exhortó a los jesuitas, como él, a la centralidad de Cristo y a la humildad en sus vidas, en la misa, en la Chiesa del Gesú en Roma, en la fiesta litúrgica de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús. Participaron 270 sacerdotes jesuitas, colaboradores y empleados de la orden religiosa. El Papa se detuvo luego ante el altar de San Iglacio y encendió una lámpara votiva. El Prepósito General de los jesuitas, Padre Adolfo Nicolás le dio la bienvenida. En la Iglesia del Gesú reposan los restos de San Ignacio de Loyola.
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