Cuando uno escucha esas músicas lejanas (que fueron los grandes éxitos de esos años) y las actuales, no se puede evitar hacer una comparación.
Siempre cabe decir que en esas épocas también había cosas malas y que también ahora las hay buenas. Y que como siempre ha habido de todo, que no se pueden hacer comparaciones. Pero eso es falso, fal-so. La cantidad de mal no se mantiene estable de generación en generación, de una sociedad a otra.
El cuento fenicio de que no se pueden hacer comparaciones, es un viejo truco para evitar que nos demos cuenta de qué diferente era la vida en una sociedad cristiana.
Estas músicas que pongo abajo son la expresión del espíritu de toda una época. Después llegó el final de los 60, la rebelión. La rebelión, las izquierda apoderándose de las universidades, las drogas, la pornografía, la destrucción de la familia, el aborto.
Para nada estoy afincado en el pasado. De hecho ni va la estética retro. Pero porque amo el presente, no puedo menos que mirar al pasado (tan cercano) y sacar conclusiones acerca de la velocidad de descenso de la sociedad. Y la música es un indicador nada despreciable.
Una música que nos retrotrae a un mundo más cándido, familiar, todos alrededor de la mesa, la iglesia, picnics, cultivo de las virtudes, enseñanza de la disciplina, respeto a los mayores, y tantas cosas que conocí de primera mano cuando hasta que fui a la universidad. ¿Es posible que hayan pasado tan pocos años?
Lo preocupante es que la velocidad de cambio se ha acelerado y en la dirección opuesta a los Mandamientos de Dios.
Lollipop
Qué será será
what a wonderful day
Mr. Sandman
http://www.youtube.com/watch?v=oNuX7bs2qAM
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