Me impresiona la mirada del general de la foto de ayer. Hay tensión, pero una cierta dosis de serenidad en su rostro. Como si ya hubiera llorado todo lo que hubiera tenido que llorar. Como si ya se hubiese recriminado todo lo que tuviese que recriminarse. Como si se diera cuenta de que diferentes elecciones en su vida, le hubieran llevado a un lugar distinto. Cualquier lugar es muy distinto a la estaca donde te van a fusilar. ¿Qué pensamientos pasan por la mente de un hombre con la plena consciencia de que dos minutos después ya no estará en el mundo de los vivos?
Publicar un comentario