Hoy es la fiesta de santa Joaquina de Vedruna, fundadora de las Carmelitas de la Caridad, de la que hemos hablado y presentado las oraciones de la misa aquí. Hoy les ofrezco un texto suyo, que recoge el Oficio de Lecturas del día:
Ojalá estuviéramos todas abrasadas en el amor del mismo Señor, y así inflamadas anunciáramos y publicáramos amor y más amor, de manera que pudiéramos encender todo el mundo. A todas os lo digo: tengamos grandes deseos, y el Señor nos otorgará lo que más nos convenga.
Procuremos desechar de nuestros corazones todo cuanto pueda impedir el puro amor de nuestro enamorado Jesús, que es todo amor y quiere comunicarse a nosotras por medio del amor. El buen Jesús nos llama sin cesar, y nosotras ¿nos haremos siempre las sordas? Procuremos tener nuestros corazones muy bien dispuestos: que nuestra voluntad sea toda para Jesús, todas nuestras potencias y sentidos sean para el Señor.
No ha de haber en nuestro corazón apego alguno, sino amor y más amor, porque el amor nunca dice «basta» ni sosiega hasta abrasar y, abrasando nuestro corazón el puro amor de Jesús, arrojará de él cuanto se opone a que todo sea amor.
No durmamos; amemos a Dios sin cesar. Solamente el Señor, Creador de cielos y tierra, ha de ser nuestro descanso y nuestro consuelo. Solo el amor de Dios se encuentra siempre; lo demás todo pasa.
En fin, amor, amor y más amor, que nunca dice «basta». Cuanto más amemos a Dios, más quisiéramos amarlo. Busquemos a Jesús, porque, si lo tenemos en nuestro corazón, lo tendremos todo.
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