Acabo de regresar de Salamanca, tras haber participado en las “XXVIII Conversaciones de Salamanca”, organizadas por la Facultad de Teología de la UPSA los días 29 y 30 de mayo de 2014. Hemos estado presentes, además de algunos profesores de la Facultad, los directores de los Centros asociados y afiliados, así como numerosos profesores de Cristología de estas instituciones académicas.
Con el apoyo del Decano, el Dr. Jacinto Núñez Regodón, el coordinador de estas sesiones ha sido el Prof. Dr. D. Francisco García Martínez. El título de las “Conversaciones” es suficientemente indicativo: “Cristología: núcleos y perspectivas”.
¿Qué núcleos y qué perspectivas? Yo creo que cada “núcleo” se corresponde con cada una de las ponencias centrales. Han sido tres, sobre tres elementos fundamentales: la historia, el dogma, el contexto.
No se puede pensar la Cristología sin atender a los estudios históricos sobre Jesús. Se trata, ni más ni menos, de la compleja temática del “Jesús histórico”, que no es el “Jesús real”, sino solamente – ni menos ni más – lo que sobre Jesús podemos saber, en cada época, basándonos en los “métodos”, permítaseme el plural, “histórico-críticos”. Sobre este tema ha disertado el Dr. Luis Manuel Romero Sánchez, de Mérida-Badajoz. Como nos ha dicho: “Los resultados de la investigación histórica sobre Jesús no son norma de fe ni el criterio exclusivo que marca el modo de hacer Cristología”.
El segundo núcleo: el dogma. La necesidad del dogma, su aportación y los límites del estudio dogmático sobre Jesucristo. El “dogma” supone una decisión de tipo doctrinal, la fijación de un mapa conceptual y de una norma del lenguaje. Esta ponencia no ha estado a cargo de un profesor, sin más, sino de un maestro, D. Olegario González de Cardedal. Ha considerado algunas cuestiones previas: la relación entre historia y dogma, la posmodernidad como nuestro actual punto de partida y la relación entre dogmática y metafísica. En un segundo momento ha reflexionado sobre el dogma y su lugar en teología, sobre sus criterios de recepción, así como sobre la actualidad y esencia del cristianismo en su luz. Y una constatación, o una sospecha, ha sido planteada: Parece, casi, que nos quedamos sin asideros antropológicos para presentar la verdad sobre Jesucristo. Algo así como la situación de Pablo en Corinto, un ejemplo del contraste entre la sabiduría de este mundo y la sabiduría (“locura”) de la cruz.
El tercer núcleo: el contexto en la configuración de la Cristología. Una ponencia del Prof. Dr. D. Francisco García Martínez. Toda reflexión sobre Cristo tiene, y debe tener, un contexto. Y esta constatación no carece de consecuencias metodológicas para la enseñanza de la Cristología. Lo importante, en cualquier caso, es la voluntad de ser cristiano en un lugar y en un tiempo concretos.
¿Y las perspectivas? Múltiples. En cierto modo, se han abierto mediante las comunicaciones, aunque no solo mediante ellas. Destaco algunas: La relación entre Cristología y Moral (Dr. D. José Manuel Sánchez Romero); entre Cristología y Arte – se ha partido, en concreto, de la obra del Greco (Dr. D. José María Hevia Álvarez) -; entre Cristología y Espiritualidad (Dr. D. Guillermo Juan Morado), así como entre Cristología y novela (Dr. D. José Ramón Matito Fernández), atendiendo a la imagen “extra-eclesial” de Cristo que se puede percibir en algunas narraciones contemporáneas.
No es solo el tema – que no puede ser de mayor importancia, ya que se ha tratado sobre nuestro Señor Jesucristo - , ni el lugar, ni los núcleos, ni las perspectivas. Ha sido un poco todo: El diálogo, la preocupación común por comprender bien y enseñar bien, y el deseo de anunciar a Cristo.
He vuelto muy contento y agradecido. Y cargado de tareas. Entre ellas, leer algo de la inmensa bibliografía reciente sobre Jesucristo presentada por D. Francisco Martínez y por D. Olegario.
Guillermo Juan Morado.
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