La casa de Nazaret

23:07



Era pobre y silenciosa,

pero con rayos de luz;

olor a jazmín y a rosa

y el Niño que la alboroza:

es la casa de Jesús.




Había júbilo y canto;

ella lavaba y barría,

y el arcángel saludando

repetía noche y día:

"Casa del Ave María".



Familia pobre y divina,

pobre mesa, pobre casa,

mucha unión, ninguna espina

y el ejemplo que culmina

en un amor que no pasa.



Concédenos, Padre santo,

una mesa y un hogar,

amor para trabajar,

padres a quienes querer

y una sonrisa que dar. Amén.

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