¡La paz de Jesús es una Persona, es el Espíritu Santo! El mismo día de
su Resurrección, Él viene al Cenáculo y su saludo es: 'La paz esté con
ustedes. Reciban al Espíritu Santo'. Ésta es la paz de Jesús: es una
Persona, es un regalo grande. Y cuando el Espíritu Santo está en nuestro
corazón, nadie puede arrebatarnos la paz ¡nadie! ¡Es una paz
definitiva! ¿Cuál es nuestro trabajo? Custodiar esta paz ¡custodiarla!
Es una paz grande, una paz que no es mía, es de otra Persona que me la
regala, de otra Persona que está dentro de mi corazón y que me acompaña
toda la vida. ¡Me la dio el Señor!»
su Resurrección, Él viene al Cenáculo y su saludo es: 'La paz esté con
ustedes. Reciban al Espíritu Santo'. Ésta es la paz de Jesús: es una
Persona, es un regalo grande. Y cuando el Espíritu Santo está en nuestro
corazón, nadie puede arrebatarnos la paz ¡nadie! ¡Es una paz
definitiva! ¿Cuál es nuestro trabajo? Custodiar esta paz ¡custodiarla!
Es una paz grande, una paz que no es mía, es de otra Persona que me la
regala, de otra Persona que está dentro de mi corazón y que me acompaña
toda la vida. ¡Me la dio el Señor!»
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