Un homenaje al firme apologista, sus 400 respuestas a preguntas que usted puede hacerse sobre la doctrina católica, presentado en breves publicaciones semanales. (Preguntas 1-8) // Autor: P. Jorge Loring S.J. | Fuente: Catholic.net, // Editorial Spiritus Media
1. ETERNIDAD DE LA MATERIA
Dice Marx que la materia es eterna, por lo tanto no necesitamos a Dios. ¿Usted qué dice?
Que Marx se equivocó. Marx afirmó que la materia es eterna, pero no lo demostró, y la ciencia de hoy demuestra que el cosmos no es eterno.
Voy a dar tres razones.
A. Todos los científicos del mundo saben que el hidrógeno se convierte en helio en un proceso continuo e irreversible. Si el cosmos fuera eterno ya no quedaría hidrógeno, pues el hidrógeno que se pierde no se repone. Si queda hidrógeno es porque el cosmos no es eterno.
B. La ley de la entropía habla lo que Eddington llama "la muerte térmica del cosmos", pues la energía se va degradando. Si el cosmos fuera eterno ya habríamos llegado al final.
C. Los astrónomos saben que el cosmos comenzó con la gran explosión del Big-Bang hace unos quince mil millones de años.
Si el cosmos comenzó necesita un creador, pues todo lo que comienza, comienza por otro. Nadie puede darse la existencia a sí mismo, pues antes de existir, nada se puede hacer. Este primer ser creador del cosmos tiene que ser eterno. No pudo comenzar por otro, pues entonces sería el segundo. Tampoco pudo comenzar por sí mismo, pues, como acabo de decir, antes de existir, nada se puede hacer.
Este primer Ser Eterno Creador del cosmos es Dios. Repito: Marx se equivocó. En esto y en otras cosas.
2. LEYES DE LA NATURALEZA
Los ateos que niegan a Dios dicen que el universo es obra de la casualidad. A mí eso no me convence, pues si el mundo comenzó necesita un Creador, además las leyes de la naturaleza suponen un ser inteligente que las puso.
Aunque yo desconozco muchas de esas leyes y parecen hechos aleatorios. ¿Estoy en lo cierto?
Está usted en lo cierto. Razona usted bien: para pasar de la nada al ser es necesaria una causa: DIOS. Lo mismo para explicar las leyes de la naturaleza. Quizás, yo, hoy, no conozca la ley, pero sí puedo conocer que el orden de las letras de un libro se debe a una inteligencia ordenadora. Nadie escribe un libro metiendo en un cubo un millón de letras y después tirando esas letras al suelo.
Las maravillas que observamos en la naturaleza me hablan de la inteligencia de Dios, lo mismo que la observación de una obra de arte me habla del talento del artista.
Tiene usted razón de que hay hechos aleatorios, al menos para el hombre que no es capaz de dominarlos, como sería la cara superior de un dado después de haberlo agitado en el cubilete, pero sin duda hay unas leyes que han sido la causa de que esa cara quede arriba, aunque yo desconozca la técnica de lograrlo.
Pero es claro que donde hay técnica, hay detrás una inteligencia. Y en la Naturaleza resplandece la técnica: desde la función clorofílica de las plantas hasta las leyes matemáticas que rigen el movimiento de las estrellas.
3. DEMOSTRAR LA FE
Si Dios nos ha dado inteligencia es para que la usemos. Yo creo que no peco si sólo acepto lo que puedo comprobar.
Lo que dices es una utopía. En la vida tenemos que aceptar montones de cosas que no podemos comprobar personalmente. En muchísimas cosas tenemos que fiarnos de lo que nos dicen los demás. Tú aceptas la existencia de Australia, y no has estado allí. Tú aceptas que de la Tierra a la Luna hay 384.000 kilómetros, y no lo has medido.
Tenemos que fiarnos de los demás. Es decir, practicamos la fe humana. Y si nos fiamos de lo que dicen los hombres, ¿no nos vamos a fiar de lo que ha dicho Cristo-Dios?
Para fiarme de lo que dice un hombre necesito dos cosas: que sepa lo que dice, y que diga lo que sabe. Es decir, que tenga ciencia y veracidad. ¿Puede haber alguien que supere a Cristo en estas dos cosas?
Por eso los católicos nos fiamos de todo lo que Cristo nos ha trasmitido.
4. RACIONALIDAD DE LA FE
Le oí decir a un sacerdote que la fe no se puede demostrar. Entonces, ¿cómo puedo estar seguro de mi fe si no se puede demostrar?
Lo que ese sacerdote quería decir es que la fe no se demuestra axiomáticamente, pues Dios ha querido que la fe sea libre, para que sea meritoria.
El axioma se impone a la razón. El admitirlo no tiene mérito. Por ejemplo: "el todo es mayor que su parte". Esto lo tiene que aceptar todo el mundo necesariamente. Si Dios ha querido que la fe sea meritoria, tiene que ser libre, y por lo tanto no puede ser axiomática. Pero la fe es razonable.
Si la fe no fuera razonable, con todas las exigencias que lleva consigo, los creyentes seríamos unos estúpidos. Y nadie puede calificar así a San Agustín y a Santo Tomás de Aquino, que han sido lumbreras de la humanidad.
Sobre este tema la editorial Planeta+Testimonio me ha publicado un libro titulado Motivos para creer.
5. ¿BASTA LA FE?
Si San Pablo dice (Rom 3:28) que el hombre se justifica por la fe y no por el cumplimiento de la Ley, ¿por qué los católicos ignoran este texto?
Los católicos no ignoramos este texto, sino que lo entendemos correctamente.
San Pablo se refiere a la Ley de Moisés que los fariseos exageraban con multitud de preceptos. Pero el mismo San Pablo dice (Gal 5:6) que además de la fe hace falta la caridad. El mensaje de San Pablo en el texto que usted me cita es que lo que nos salva no es el cumplimiento de la Ley Mosaica, sino la fe en Jesucristo.
Y la fe en Jesucristo se manifiesta guardando sus mandamientos. Por eso dice Él (Mt 7:21) que para salvarse hay que cumplir la voluntad de Dios.
El Evangelio habla repetidas veces que hay que practicar el bien. Sobre todo, cuando habla del juicio final: los condenados lo son por no haber hecho obras buenas.
Santiago afirma (2:26) que "la fe sin obras está muerta". El refranero español lo dice con sabiduría: "Obras son amores, y no buenas razones". Es decir, con mis obras demuestro mi fe y mi amor a Jesucristo.
6. ATEÍSMO
Si el creer en Dios es razonable, como dice usted en su libro Para salvarte, ¿cómo es posible que haya ateos?
La razón de que haya ateos y agnósticos es doble: Unos por intereses creados. Si hay Dios ellos tendrían que abandonar cosas que no desean abandonar. Prefieren prescindir de Dios que de esas cosas. Un ejemplo lo tenemos en los fumadores. Es clarísimo que el tabaco es malo. Pero el fumador prefiere no enterarse para no tener que dejar el tabaco.
Otros lo son por ignorancia religiosa, aunque tengan cultura en otros campos; pero a nadie le puede convencer lo que no conoce. Informar sobre lo razonable que es creer es lo que me ha movido a mí a escribir Para salvarte.
7. MORAL ATEA
Se suele valorar mucho la religiosidad de las personas. Pero hay ateos muy virtuosos.
Sin duda. En la vida ordinaria no es problema. Aunque es difícil ser honrado cuando nadie se va a enterar de lo que haces, porque no crees que Dios te está mirando. Pero, sobre todo, al ateo le falta motivación cuando hay que practicar la virtud con heroísmo.
8. PSICÓLOGO ATEO
Estoy en tratamiento psiquiátrico. Pero el psicólogo al que voy continuamente ridiculiza mi fe. Yo no quiero escucharle, pero noto que me está haciendo impacto. Por otra parte parece que mejoro en mi enfermedad. Si lo dejo, es malo para mi salud. Si sigo con él, es malo para mi fe. No sé qué hacer.
Si el psicólogo para ayudarte perjudica a tu fe, creo que no te conviene. Habrá otro psicólogo que sepa armonizar su tratamiento con la fe. Precisamente la fe es lo que más nos ayuda para vivir con paz espiritual, pues es consolador saber que Dios me perdona siempre que me arrepiento, y que nunca me niega lo que necesito. Cuanto más te acerques a Dios, más fácil te será encontrar la paz.
Cualquier consulta sobre estos temas las podrán realizar al consultorio de Antonio Salas Sánchez.
Para conocer más sobre el P. Jorge Loring pueden visitar su sitio web: http://ift.tt/1qVEv3i
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