El bufé que indigna al Papa Francisco


Giuseppe Versaldi es el presidente de la Prefectura para los Asuntos Económicos de la Santa Sede. Durante la asamblea ordinaria del Sínodo de los Obispos dedicada al tema de la “nueva evangelización” y realizada en octubre de 2012, su mensaje estuvo dedicado a un asunto que poco tenía que ver con el tema de la cumbre: el manejo de los bienes eclesiásticos y los escándalos derivados del mal uso de los mismos. El purpurado no pronunció su discurso ante el pleno, sólo lo entregó por escrito. Pero en el mismo hizo un caluroso llamado en pro de la “presunción de buena intención” de aquellos clérigos responsables de administrar los bienes de la Iglesia, antes de acusarlos de deshonestos cuando cometen errores. ¿Seguirá pensando lo mismo, considerando el escándalo de las últimas horas?


rinfresco-dopo-canonizzazione-324327_tn Y es que al Papa Francisco no le hizo ninguna gracia, más bien le causó indignación, cuando se enteró del ágape con brindis que tuvo lugar en la azotea del mismo edificio de la Prefectura para los Asuntos Económicos el domingo 27 de abril con motivo de la ceremonia de canonización de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II. No es para menos. Cómo puede apreciarse en las fotos difundidas por el sitio italiano de chismes e informaciones varias Dagospia , en la terraza tuvo lugar una verdadera fiesta y no justamente de fe.


Periodistas, empresarios, políticos, banqueros y otros “vip” pudieron seguir la celebración desde un palco privilegiado. No tuvieron que hacer cola, ni pasar más de 12 horas apiñados acampando para alcanzar un lugar decente, como los 500 mil fieles que ese día abarrotaron las inmediaciones de la Plaza de San Pedro. Llegaron por una zona liberada y accedieron a sus lugares especiales a las 8.30 de ese domingo, apenas una hora antes del inicio de la celebración. Ocuparon sus puestos en gradas montadas especialmente para la ocasión y, al final de la misa, degustaron vino y bocadillos de todo tipo.



Eran 150. El tratamiento de lujo que se les brindó estuvo en evidente contraste con la sobriedad que el mismo Jorge Mario Bergoglio quiso imprimirle a la canonización. Por eso se habían restringido al mínimo los espacios para invitados especiales. Es más, estos prácticamente no existieron. Sólo se reservaron los asientos para las delegaciones oficiales y una zona adicional para el cuerpo diplomático. Nada más.


Según confesó Versaldi él mismo no sabía que se había preparado la “mini comilona". Afirma que ni la autorizó, ni la sufragó. Como diría el mismísimo Papa, lo “primerearon". Por eso garantizó el inicio de una investigación interna para identificar a los responsables del ágape “non sancto” que, además de todo, costó nada menos que 18 mil euros: 13 mil para las tribunas que se montaron sobre la azotea y cinco mil para el bufé. La suma fue patrocinada por dos empresas muy caritativas, prontas a dar su desinterisada contribución: Assidai, un seguro médico para altos dirigentes, y Medoilgas, petrolera italiana.


Mientras Versaldi intenta esquivar las balas del escándalo, estas parecen irremediablemente dirigidas al jóven clérigo español Ángel Vallejo Balda, cercano al Opus Dei, secretario de la Prefectura, cuya carrera eclesiástica ha quedado seriamente comprometida a fuerza de errores garrafales. Él no puede decir que desconocía de la fiestita en la terraza, porque varias fotos lo retratan “in situ” dando la comunión a los “vip". En una de las instantáneas se le ve tomando las hostias desde un vasito transparente de plástico, de esos usados para los catering.


La meteórica carrera de Vallejo, quien llegó al Vaticano hace algunos años y se convirtió rápidamente en un “manager” eclesiástico de éxito, comenzó a tener problemas cuando trabó amistad con la jóven consultora en comunicación Francesca Immacolata Chaouqui, a la cual logró meter en la comisión establecida por el Papa Francisco para la reforma de las estructuras administrativas de la Santa Sede. Resulta que la misma Chaouqui estaba presente en la terracita y los patrocinadores del evento aseguran que fue ella el contacto para obtener el patrocinio para el suntuoso bufé.


En aquella intervención de octubre de 2012 en la asamblea del Sínodo, el cardenal Versaldi afirmó: “Existe una real dificultad a encontrar el justo equilibrio entre las prioritarias exigencias del fin espiritual y las técnicas con las cuales los bienes materiales son tratados por las administraciones eclesiásticas en cuanto estas técnicas son dictadas por el mundo y en ocasiones pueden estar en contraste con el fin religioso. Como consecuencia pueden existir errores de parte de aquellos que administran los bienes eclesiásticos hacia los cuales debe valer en la Iglesia la presunción de buena intención y de honestidad, hasta la demostración de lo contrario, antes que la fácil acusación de interés y de poder personal propia de los denigradores de la Iglesia". Y ahora, ¿seguirá pensando lo mismo?



16:20
Secciones:

Publicar un comentario

[facebook][blogger]

SacerdotesCatolicos

{facebook#https://www.facebook.com/pg/sacerdotes.catolicos.evangelizando} {twitter#https://twitter.com/ofsmexico} {google-plus#https://plus.google.com/+SacerdotesCatolicos} {pinterest#} {youtube#https://www.youtube.com/channel/UCfnrkUkpqrCpGFluxeM6-LA} {instagram#}

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.
Javascript DesactivadoPor favor, active Javascript para ver todos los Widgets