En su vida terrenal Jesús encontró las alabanzas pero también la maledicencia. Un fenómeno, este último, que concierne a todos nosotros . Lo dijo el Papa Francisco en la homilía de la misa de la mañana.
"Pero miren cómo la cosa ha cambiado: comenzaron con belleza, con admiración, y terminaban con un crimen: queriendo matar a Jesús. Esto por los celos, la envidia, todas esas cosas... Esto no es algo que sucedió hace dos mil años: esto sucede cada día en nuestro corazón, en nuestras comunidades. Cuando en una comunidad se dice: '¡Ah, qué bueno, este que ha venido!'. Se habla bien el primer día; no tanto el segundo, y al tercero se comienza a chismear y terminan despellejándolo. Pero aquellos que en un .
"Pero miren cómo la cosa ha cambiado: comenzaron con belleza, con admiración, y terminaban con un crimen: queriendo matar a Jesús. Esto por los celos, la envidia, todas esas cosas... Esto no es algo que sucedió hace dos mil años: esto sucede cada día en nuestro corazón, en nuestras comunidades. Cuando en una comunidad se dice: '¡Ah, qué bueno, este que ha venido!'. Se habla bien el primer día; no tanto el segundo, y al tercero se comienza a chismear y terminan despellejándolo. Pero aquellos que en un .
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