Como señalamos en el post anterior, la entrevista del Papa Francisco a la “Civiltà Cattolica” todavía sigue desatando encendidas controversias. Su estilo franco y sin rodeos han dado pié a un sinnúmero de debates, incluso entre los seguidores de este blog. No es para menos, algunos conceptos vertidos por el pontífice han puesto el dedo en la llaga. Muchos se han sentido llamados en causa o, incluso, menospreciados. Cada quien tiene el derecho de pensar como quiera, porque una simple entrevista no es magisterio ni mucho menos.
¿Un Papa se puede equivocar? Por supuesto. El dogma de la infalibilidad no es aplicable a todo lo que sale de la boca del obispo de Roma. He podido constatar que no todas las frases que pronuncia Francisco en sus saludos personales con la gente han sido bien recibidas. Esos comentarios al pasar, con un sentido del humor muy propio, en Argentina se llaman “chascarrillos". Y nunca nadie se los toma en serio. Pero como los argentinos solemos ser muy incisivos (y un tanto burlones), algún ánimo menos tolerante puede tomar a mal un comentario insignificante, al menos para quien lo profiere.
¿Eso hace mejor o peor persona al líder católico? En lo absoluto. Lo hace ser como es. Mejor conocerle y aprender a entenderle. Para el gran público esos “chascarrillos” en realidad pueden ser muy educativos. Porque son las frases descriptivas que, cada dos por tres, usa el Papa. Como aquello de que “Dios no es un spray", “armen lío", “se pasaron de rosca” o lo de “nunca ví un camión de mudanzas atrás de un carro fúnebre".
¿Son parábolas en chiquito? Puede ser. Pero al fin y al cabo son el estilo del pastor, hay que darles su verdadero valor y lugar. A algunos diversos pasajes de la entrevista no les gustaron. Bien. Y si no les gustó completamente, también. A otros les pareció excelente. Estupendo. Y hasta ahí. Pero ningún dogma ha sido cambiado y el depósito de la fe no corre peligro. Aunque a ciertos grupos le parezca.
Considero la entrevista en su conjunto como un documento de inestimable valor, porque permite conocer a un personaje hasta ahora desconocido. Pocos conocían de verdad a Bergoglio antes de su elección papal. Ahora sabemos, claramente, cuál es su pensamiento en muchos asuntos importantes. Y eso permite comprender sus por qué.
Dicho esto, me impactó un pasaje concreto de la entrevista. No sólo por su contenido, sino porque el mismo contiene un inexplicable error de traducción. Pude leer el texto del padre Antonio Spadaro primero en su versión italiana. Cuando un documento me interesa, intento leerlo primero en el idioma original, porque los pasos de una lengua a otra no suelen ser lo más afortunados. Este podría ser el caso.
En las páginas 463 y 464 del cuaderno 3918 de la “Civiltà Cattolica” (completo aquí ), se puede leer:
“Non possiamo insistere solo sulle questioni legate ad aborto, matrimonio omosessuale e uso dei metodi contraccettivi. Questo non è possibile. Io non ho parlato molto di queste cose, e questo mi è stato rimproverato. Ma quando se ne parla, bisogna parlarne in un contesto. Il parere della Chiesa, del resto, lo si conosce, e io sono figlio della Chiesa, ma non è necessario parlarne in continuazione".
La versión en español de la entrevista la distribuyó la revista “Razón y fe". Pero su traducción inicial fue ligeramente distinta en el mismo pasaje, localizable en las páginas 14 y 15. Dice así:
“No podemos seguir insistiendo sólo en cuestiones referentes al aborto, al matrimonio homosexual o al uso de anticonceptivos. Es imposible. Yo he hablado mucho de estas cuestiones y he recibido reproches por ello. Pero si se habla de estas cosas hay que hacerlo en un contexto. Por lo demás, ya conocemos la opinión de la Iglesia y yo soy hijo de la Iglesia, pero no es necesario estar hablando de estas cosas sin cesar”.
La diferencia está en una sola palabra de dos letras: “no". Mientras en italiano el Papa reconoce que “no ha hablado” mucho de estos temas y eso se lo han reprochado, en español pasa a decir que “ha hablado mucho” de esas cosas, lo cual le habría granjeado cierto reproche. El sentido cambia totalmente.
Quienes descargamos la primera versión de la entrevista tenemos el archivo con el error. Por lo visto así como lo advertimos algunos, también lo vieron los autores del mismo. En la actual versión española el error fue subsanado, se puede comprobar aquí . Aunque algún malicioso pueda pensar más en un lapsus que en un problema del traductor.
Serafines susurran.- Que además del cambio del cardenal Mauro Piacenza el sábado, ha llamado la atención cómo han sido confirmados en sus puestos de la Curia Romana algunos de los colaboradores del Papa. A cuentagotas Francisco está manifestando públicamente quienes se van a quedar en su equipo.
El mismo sábado destacaron las confirmaciones de Gerhard Ludwig Müller y Luis Ladaria, respectivamente prefecto y secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe. En ese dicasterio el pontífice designó a Joseph Agustine Di Noia, hasta ahora vicepresidente de la Pontificia Comisión “Ecclesia Dei", como nuevo secretario. Además de confirmar a todos los miembros y consultores, incluyó como consultor a Giuseppe Sciacca, a quien antes había movido de secretario de la Gobernación del Vaticano.
Ese día fueron ratificados el prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Fernando Filoni, con sus secretarios Savio Hon Tai-Fai y Protase Rugambwa. Mientras este martes 24 la confirmación la recibieron Stanislaw Rylko y Josef Clemens, presidente y secretario del Pontificio Consejo para los Laicos además de Peter Turkson y Mario Toso, presidente y secretario del Pontificio Consejo Justicia y Paz.
Ha llamado la atención que todavía no haya anunciado públicamente que seguirán en sus puestos a colaboradores que, hasta ahora, se han mostrado cercanos como Marc Ouellet o Joao Braz de Aviz, prefectos de las congregaciones para los Obispos y para la Vida Religiosa.
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