"¡Nosotros no queremos este sistema económico globalizado, que nos hace tanto mal!. ¡Al centro debe estar el hombre y la mujer, como Dios quiere, y no el dinero!". El Papa Francisco usó palabras fuertes en su primer encuentro en Cagliari, brotadas del corazón luego de haber escuchado el clamor de ayuda de un desempleado de Cerdeña. El Papa dejó de lado su discurso preparado para pedir al mundo del trabajo de una región doblegada por la crisis, "no dejarse robar la esperanza" que quizás está bajo las cenizas, y alimentarla con la solidaridad y la inteligencia". Quien idolatra al Dios dinero es astuto, y nosotros debemos tener la astucia de la serpiente y la bondad de la paloma, agregó, porque donde no ...
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