A los niños les encanta jugar a esconderse. Los más pequeños piensan que si ellos no ven, a ellos tampoco les ven... En las siguientes fotografías pueden disfrutar de los escondites más tiernos. Y recuerden la hermosa poesía de Unamuno:
Agranda la puerta, Padre,
porque no puedo pasar.
La hiciste para los niños,
yo he crecido, a mi pesar.
Si no me agrandas la puerta,
achícame, por piedad;
vuélveme a la edad aquella
en que vivir es soñar.
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