Del Vatican Insider
El Papa Francisco decidió conformar una comisión que analice a fondo la situación en torno a la llamada “universidad rebelde” del Perú, institución Católica y Pontificia sobre la cual pesa un decreto vaticano que le prohíbe utilizar públicamente esos títulos. Ese grupo de trabajo, compuesto por tres cardenales, buscará una solución definitiva a la disputa abierta por la legítima autoridad eclesiástica sobre esa casa de estudios.
La comisión está compuesta por los arzobispo de Estzgom-Budapest, Peter Erdö; de Québec, Gérald Cyprien Lacroix y de Santiago de Chile, Ricardo Ezzati Andrello, S.D.B. Así lo comunicó a toda la comunidad universitaria en una nota el rector de la PUCP, Marcial Rubio.
“El Santo Padre Francisco ha constituido una Comisión Cardenalicia con la misión de encontrar una ‘solución consensual definitiva’, enmarcada en la Constitución Apostólica Ex Corde Ecclesiae, a la cuestión pendiente entre el Vaticano y la PUCP”, indicó el documento en el cual se hizo referencia que la noticia del establecimiento del grupo fue informada a la institución mediante una carta de la Nunciatura Apostólica.
Actualmente la institución peruana vive una realidad paradójica. Sus directivos sostienen que continúa manteniendo su condición de católica, pero desde julio de 2012 un decreto papal le prohíbe utilizar públicamente sus títulos de Pontificia y Católica. Una sanción aplicada por la constante negativa de la Asamblea Universitaria a modificar los propios estatutos para adherir a la constitución apostólica “Ex Corde Ecclesiae”, el documento que rige a todas las universidades de la Iglesia en el mundo.
Desde diciembre de ese mismo año y como consecuencia del decreto, en el claustro ningún profesor está habilitado a impartir lecciones oficiales de teología católica. Una determinación del gran canciller y arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani Thorne, cuya autoridad no es reconocida ni por el rector, ni por el resto de las autoridades.
Al mismo tiempo existe un contencioso judicial abierto entre la Arquidiócesis de Lima y la universidad por la interpretación del testamento de don José de la Riva Agüero y Osma, el más grande benefactor de la PUCP. El documento data de 1938 y ha sido objeto de diversas causas en los tribunales peruanos, con sonadas derrotas para la institución: dos veces en el Poder Judicial y la última y definitiva en el Tribunal Constitucional.
Por lo pronto no se informó cuándo comenzará a trabajar ni qué metodología aplicará la comisión. Tampoco se aclaró si la misma tendrá facultades para abordar también la disputa por la herencia de Riva Agüero, que incluye los terrenos donde se encuentra ahora el campus central de la universidad, pero también otras tierras en las cuales se han desarrollado millonarios negocios inmobiliarios.
El establecimiento de la comisión llegó por sorpresa. Hasta hace apenas unas semanas el propio Marcial Rubio era prudente respecto de la posibilidad de una solución al conflicto en el corto plazo, como lo reportó el Vatican Insider en su momento .
También prudente se mostró el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal Gerhard Ludwig Müller, gran amigo de la universidad, en la cual fue investido con el doctorado honoris causa.
A comienzos del actual pontificado el prefecto Müller sometió en varias ocasiones el problema al Papa Francisco y obtuvo una inicial “luz verde” para convocar una nueva “asamblea interdicasterial”, una reunión con jefes de varios organismos de la Santa Sede para tratar el tema. Esa reunión debía llevarse a cabo a finales de octubre, pero unas horas antes de que pudiese celebrarse una nota de la Secretaría de Estado anuló todo, posponiendo cualquier debate al respecto. Ahora se entiende por qué de dicho aplazamiento. La última palabra debería llegar de la mano de estos tres cardenales.
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