Aceptar a los pecadores, apuntar a la santidad. Lo dijo el Papa en su catequesis de la audiencia general del 2 de octubre celebrada en la Plaza de San Pedro ante miles de fieles y peregrinos. La Iglesia, que es santa, no rechaza a los pecadores; al contrario los acoge, también está abierta a los más alejados, llama a todos a dejarse envolver por la misericordia, la ternura y el perdón del Padre, que ofrece a todos la posibilidad de encontrarlo, de caminar hacia la santidad. En la Iglesia, el Dios que encontramos no es un juez despiadado, sino que es como el Padre de la parábola evangélica. Puedes ser como el hijo que ha dejado la casa, que ha tocado el fondo de la lejanía de Dios. Cuando tienes la fue ...
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