Hace apenas un mes celebramos el quinto aniversario de la dedicación del templo parroquial. Desde entonces, cada año tratamos de “darnos” un regalo como conmemoración que nos ayude a ser mejor parroquia, más fraterna y más evangelizadora.
El regalo del primer año fue la puesta en marcha del SOIE, servicio de orientación e información para el empleo, que a día de hoy lleva atendidas a más de mil personas de la zona con un indice de reincorporación al mundo laboral de más de un 30 %.
El segundo año comenzamos el proyecto de reparto gratuito de alimentos a familias desfavorecidas de la zona.
El tercero ¡ay el tercero! supuso la apertura de la capilla de la adoración perpetua. El año pasado, el paso de la entrega gratuita de alimentos al economato solidario que atiende ya a cien familias.
Al llegar este quinto aniversario ya empezó la gente a preguntar que cuál sería el regalo esta vez. Pues esta vez hemos decidido que la puesta en marcha de una coral parroquial.
¿Por qué? pensamos que la coral tiene muchas ventajas. Ayudará a crear parroquia, a crear grupo, será una posibilidad de atracción para personas alejadas pero que tal vez sean aficionadas a cantar en grupo, y de paso nos ayudará a dignificar la liturgia y enseñar a la gente que hay algo más aparte del pescador, no podemos caminar y mientras recorres la vida. Curiosamente con la música pasa como con todo: a la gente le parece perfecto el jamón de superoferta hasta que prueban el ibérico.
La pretensión no es en absoluto acallar la voz de la asamblea para deleitarnos con unos gorgoritos preciosistas. Ni mucho menos. De hecho lo previsto es que el canto de la misa dominical lo siga manteniendo el pequeño coro de siempre, que por cierto lo hace muy bien tanto en elección de cantos como en la ejecución de los mismos, y sobre todo en conseguir que el pueblo cante. La coral participaría en celebraciones especiales y como mucho una vez al mes en la misa mayor.
Creo que pueda ser un acierto. En hacer parroquia, atraer alejados y enseñar a la asamblea lo que es la buena música, que lo aprenderán. De hecho los kyries de la misa de angelis ya los cantan como si entonáramos el juntos como hermanos.
Cuento estas cosas porque pienso que a todos nos viene bien conocer las ocurrencias de los demás. Al menos a mí me pasa que me entero de cosas y me digo: ¡cachis, pues lo mismo esto era una buena idea! Ahora mismo estamos con los primeros pasos, sobre todo el encontrar un buen director que lo ponga en marcha. Pero ya vamos dando pasos. Ya iré contando. A ver si la cosa resulta.
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