1.- En un día como hoy, Dios me regaló el don de la vida.
No sé exactamente qué día fue, pero fue un día como hoy.
Dios no nos hace conocer cuándo fuimos concebidos. ¿Por picardía?
Sí, para que todos los días sean una alabanza agradecida a la vida.
2.- En un día como hoy, renací a la Iglesia por el Bautismo.
Era un día como hoy.
Porque todos los días renazco en el seno de la Iglesia donde Dios me sigue salvando con la gracia de su amor.
3.- En un día como hoy, recibí la Primera Comunión.
Era un día como hoy. Porque cada día Dios se quiere hospedar en mi casa.
Por ejemplo hoy.
¿Lo recibiré en mi hogar como aquella primera vez?
4.- En un día como hoy, Dios se acercó a mi vida y me regaló su perdón.
Quedé como nuevecito. Era un día como hoy.
No recuerdo la fecha. Pero era un día en el que me sentí diferente.
Es que cada vez que me dejo perdonar por Dios, realmente vuelvo a sentirme nuevecito. Por ejemplo, eso podía ser también hoy.
5.- En un día como hoy, recibí la Confirmación. Era un día como hoy.
No recuerdo bien la fecha.
Pero ese día Dios me declaró testigo de su Reino de amor ante los hombres.
Desde entonces llevo conmigo un tremendo compromiso.
Soy responsable de que Dios tenga un rostro diferente en el mundo.
6.- En un día como hoy, hice yo mi primer acto de solidaridad con los demás.
Se sintieron más felices.
No sé qué fecha fue.
Una cualquiera, porque cada día es bueno para que los demás se sientan mejor por mi causa.
7.- En un día como hoy decidí seguir a Dios por el camino del Evangelio.
¿Fecha? Para qué saberla.
Todos los días son buenos para renovar esta primera decisión.
Porque todos los días Dios sigue invitándome.
Clemente Sobrado C.P.
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