Cada jueves, tras la celebración matinal de la misa, tenemos en la parroquia unos momentos de adoración y de oración por las vocaciones.
Continuamos la acción de gracias y la adoración y petición de la Misa, con la confianza de ser escuchados. Presentamos las necesidades propias y familiares y salimos confortados.
¡Qué hermosos y que fructíferos nuestros jueves eucarísticos parroquiales!
Publicar un comentario