Una interesante reflexión, que copio del tomo VII/1 de las Obras Completas de Joseph Ratzinger, en las páginas 272 y siguientes, que leo con entusiasmo y provecho:
Mientras que, hasta hace poco, cristianismo y mundo muchas veces casi conicidían, hoy tal ecuación se rompe por todas partes. Los creyentes no pueden ignorar ya que son una minoría en un mundo que se ririge a pasos de gigante hacia un secularismo generalizado. Ahora bien, esta situación de minoría no es nueva: la iglesia de los primeros siglos también la experimentó.
Se comprendían los cristianos de los primeros siglos como los sacerdotes de la humanidad, que significan para la humanidad y para el universo lo que en las diferentes religiones son sus sacerdotes. La situación de minoría no tenía nada de extraño para ellos, a pesar o justamente porque tal situación exigía continuamente relacionarlo todo con la hostia viva del cuerpo de Cristo.
Deberíamos intentar hacer nuevamente propia en una medida mayor esta visión de la misión cristiana. El sacerdocio común de los fieles es la ampliación del culto cristiano al ámbito del mundo y de la humanidad para el cual el conjunto de los crisitanos está llamado a desarrollar un ministerio sacerdotal.
No importa, pues ,que el crisitanismo sea minoritario, importa que es imprescindible para que el mundo se salve ¡Todos,pues, a la tarea, con ilusión y con ánimo!
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