Precioso retiro el que hemos vivido en esta mañana los sacerdotes del Arciprestazgo Iregua-Leza: Oración litúrgica y personal, reflexión, paz y alegría.
La parte pastoral la dedicamos a evaluar las reuniones arciprestales, dando más cabida a las palabras que a la reflexión, y más calor al debate que a llegar a alguna conclusión. Alguna vez aprenderemos, digo yo.
También concretamos el comienzo de las unidades pastorales en el arciprestazgo ¡Todo sea por una mayor eficacia pastoral! ¡Por mi parte no ha de quedar!
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