Bocadillos espirituales para vivir la Pascua: Jueves de la 4 a Semana – Ciclo A

“Les aseguro, el criado no es más que su amo, ni el enviado más que el que lo envía. Sabiendo esto, dichosos ustedes si lo ponen en práctica. No lo digo por todos ustedes; yo sé bien a quienes he elegido, pero tiene que cumplirse la Escritura: “El que compartía mi pan me ha traicionado”. Se lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, crean que yo soy. Les aseguro: El que recibe a mi enviado me recibe a mí; y el que a mí me recibe, recibe al que me ha enviado”. (Jn 13,16-20)



Quisiera sugerir algunas ideas sobre el Evangelio de hoy, sobre las que, lo confieso, no había reparado.

Jesús se está despidiendo.

Denuncia muy delicada y políticamente al que lo va a traicionar.

Y ojo, que es uno de los elegidos por él.

Y es alguien que comparte el pan con él.

La verdad que Jesús debía tener unos hígados de elefante.

Mejor dicho, tenía que tener el mismo amor del Padre:

Que le duele el fracaso del hijo, pero le sigue amando.

Que le duele la frustración de su amor, pero le sigue amando.

Que un día lo llamó, y aún sigue esperando en él.


Jesús es realista.

Conoce demasiado bien el corazón del hombre y sigue contando con él.

Conoce demasiado bien el corazón del hombre y sigue llamándolo.

Pero también sabe que:

Lo que él ha vivido, también lo vivirá la Iglesia.

También en la Iglesia habrá quienes comparten el mismo pan y fallan.

También en la Iglesia habrá llamados que traicionan.

No todos serán angelitos.

En la Iglesia habrá mucha santidad.

Y también mucho pecado.


Y por eso se anticipa para que “cuando sucede sigamos creyendo en él”.

Que la traición de uno de los suyos, no oscurezca la fe del resto.

Que la traición de uno de los suyos, no es razón para dejar de seguir creyendo en él.


Bella lección para la Iglesia:

¿Que en la Iglesia habrá mucha máscara que disimula el pecado?

No es razón para dejar de creer en la Iglesia.

¿Que en la Iglesia hay quienes viven en las alturas y son huecos por dentro?

No es razón para dejar de creer en la Iglesia.

¿Que en la Iglesia hay mucha mentira arriba y abajo?

No es razón para dejar de creer en ella.

¿Que el tiempo destapa mucha podredumbre en la Iglesia?

No es razón para dejar de creer en ella.

¿Qué todo el escándalo de la pederastia y embarrado a la Iglesia?

No es razón para dejar de creer en ella.

No es razón para abandonarla.

No es razón para salirse de ella.


¿Que la traición de Judas será el gran escándalo?

Pero todavía queda el resto capaz de seguirle.

¿Qué hay mucho pecado en la Iglesia?

Pero el Papa Francisco dirá: “Sin embargo es más la santidad que hay en ella”.

El conoce muy bien las debilidades de la Iglesia.

Pero como Jesús nos dice a todos: “para que cuando suceda crean que yo soy”.


No es para que celebremos la traición de Judas.

Pero tampoco es motivo para abandonarle todos a Jesús.

La fe en Jesús es más fuerte que nuestras debilidades.

La presencia de Jesús en la Iglesia, la hace más santa que pecadora nuestros pecados.


Por eso, Iglesia:

No me justifico del mal que te he hecho.

Pero sigo creyendo en ti.

No justifico los escándalos que te han golpeado duro.

Pero yo sigo creyendo en ti.


Clemente Sobrado C. P.




Archivado en: Ciclo A, Pascua Tagged: enviado, iglesia, jesus, traicion
00:08

Publicar un comentario

[facebook][blogger]

SacerdotesCatolicos

{facebook#https://www.facebook.com/pg/sacerdotes.catolicos.evangelizando} {twitter#https://twitter.com/ofsmexico} {google-plus#https://plus.google.com/+SacerdotesCatolicos} {pinterest#} {youtube#https://www.youtube.com/channel/UCfnrkUkpqrCpGFluxeM6-LA} {instagram#}

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.
Javascript DesactivadoPor favor, active Javascript para ver todos los Widgets