Al fin he terminado de escribir mi e-mail mensual para Mundo Cristiano. Esta vez se titula "el tic-tac", va dirigido al Capitán Garfio y me ha costado redactarlo una barbaridad; más de dos horas.
Me pregunto por qué ocurre esto. Hace unos días escribí a Blas de Lezo, y veinte minutos después de poner el título, ya estaba el artículo en la redacción de la revista. En cambio, con el Capitán Garfio… Se lo he preguntado a Kloster y me ha respondido:
—Elemental, colega. Cuando escribiste a Blas de Lezo sabías muy bien lo que querías decir. Hoy pensabas que bastaba con dejarte mecer por el canto de las musas. Y, como es bien sabido, "el que no sabe a dónde va llega siempre a otro sitio".
—Y a duras penas.
—Además eso.
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