El Papa recordó a sus hermanos jesuitas que el Evangelio se anuncia con dulzura. En su homilía de la misa en la Iglesia del Gesú de Roma invitó a seguir el ejemplo de san Pedro Fabro, uno de los primeros compañeros de Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, de la que proviene el Papa Francisco. Pedro Fabro tenía el gran anhelo de abrirse a Dios, completamente centrado en Dios, en espíritu de obediencia iba aun a pie por doquier en Europa, dialogando con todos y anunciando el Evangelio. El Evangelio se anuncia con dulzura, fraternidad, amor y nunca violencia.
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PREDICAR CON DULZURA
Este ancestral axioma hoy recobra vigencia y notoriedad de la mano de Francisco, el mismo que nos dice: ”Hagan Lío”, el que no critica a los gays, el que abre la puerta a los temas que si no eran tabú se le parecían mucho, el mismísimo que levanta ampollas en quienes sueñan con que la Edad Media sea el futuro y todo esto es lógico.
No es un problema de los nostálgicos de la cerrazón a quienes tratamos de comprender, sino más bien de aquellos que han lucrado con ello, los que asimilaron sacramentados con nuevas uniones, los que confundieron examen de conciencia con cuestión de conciencia, los que pretendiendo purificar la especie se cargaron a los imperfectos y a algunos otros también.
Con la dulzura que nos propone SS oraremos en la 1º Peregrinación Mundial de Católicos Divorciados en Nueva Unión que desde La Barca (www.labarcaglobal.blogspot.com) convocamos, para no solo sean iluminados los obispos, sino aquellos que han hecho del oscurantismo la luz que los guía.