(Sigue de ayer.) Frente a esta imposición laicista de los que no creen, las cofradías hacen pública profesión de fe, glorifican a Dios con sus procesiones. Y lo hacen de tal manera que hasta los que no creen, cuando pasean por la calle, se detienen a mirar la belleza del acto. Hasta los que no creen, reconocen que la ciudad es más bella con estos actos organizados por las cofradías.
Pido a Dios que dé fuerza a los hermanos de mi cofradía, para que sigan realizando su labor de proclamación de la fe del modo que lo hacen.
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