Nuestra actitud ante la Palabra de Dios fue el tema tratado por el Papa en la homilía del lunes.
"La
libertad cristiana y la obediencia cristiana son docilidad a la Palabra
de Dios, es tener aquel coraje de convertirse en odres nuevos, para
este vino nuevo que viene continuamente. Este valor de discernir
siempre: discernir, digo, no relativizar. Discernir siempre qué cosa
hace el Espíritu en mi corazón, qué cosa quiere el Espíritu en mi
corazón, a dónde me lleva el Espíritu en mi corazón. Y obedecer.
Discernir y obedecer. Pidamos hoy la gracia de la docilidad a la Palabra
de Dios, a esta Palabra que es viva y eficaz, que discierne los
sentimientos y los pensamientos del corazón".
"La
libertad cristiana y la obediencia cristiana son docilidad a la Palabra
de Dios, es tener aquel coraje de convertirse en odres nuevos, para
este vino nuevo que viene continuamente. Este valor de discernir
siempre: discernir, digo, no relativizar. Discernir siempre qué cosa
hace el Espíritu en mi corazón, qué cosa quiere el Espíritu en mi
corazón, a dónde me lleva el Espíritu en mi corazón. Y obedecer.
Discernir y obedecer. Pidamos hoy la gracia de la docilidad a la Palabra
de Dios, a esta Palabra que es viva y eficaz, que discierne los
sentimientos y los pensamientos del corazón".
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