Del Vatican Insider
Migración, trabajo por la paz, cuidado del medio ambiente y lucha contra la pobreza. Son los temas que centrarán la audiencia entre el Papa y el presidente de México, Enrique Peña Nieto. Un encuentro previsto para este fin de semana en el Palacio Apostólico del Vaticano. Sobre la realidad mexicana Francisco ya expresó, hace apenas unos días, otras preocupaciones: la violencia y el impacto del narcotráfico.
Será la primera reunión entre ambos. El 19 de noviembre de 2013 el mandatario asistió a la misa de inicio de pontificado de Jorge Mario Bergoglio, pero en esa ocasión no sostuvieron audiencia. Este sábado 7 de junio se saludarán a las 10:30 en la biblioteca papal.
En entrevista con el Vatican Insider Mariano Palacios Alcocer, embajador de México ante la Santa Sede, aseguró que el origen latinoamericano del pontífice permitirá que los temas se toquen “con fluidez, a fondo y con confianza”.
“Los riesgos en materia de seguridad que deben enfrentar los migrantes, los desmembramientos de las familias deportadas, el tráfico de armas y la trata de personas, la explotación humana moderna, son aspectos que le preocupan al gobierno de México y que están en la agenda de prioridades del Papa”, afirmó.
“Las actitudes tomadas por el Papa a favor de la paz y del desarme, como el problema de Siria o la convocatoria al Vaticano de los líderes políticos de Tierra Santa, coinciden mucho con los principios de la política exterior mexicana que es la búsqueda de la solución pacífica de las controversias”, agregó.
El representante diplomático confirmó que Peña Nieto reiterará la invitación al obispo de Roma para que visite su país. “Le podrá decir que las puertas de México siempre están abiertas y que una visita será siempre bienvenida”, anticipó.
Francisco llegará a la audiencia del sábado muy actualizado sobre la situación mexicana, después de haberse reunido con más de 100 obispos de ese país que realizaron su visita “ad limina apostolorum”, una gira de trabajo por el Vaticano que duró del 12 al 31 de mayo pasados.
En el discurso dirigido a la delegación episcopal, el Papa lamentó las muertes violentas y crueles del crimen organizado, la “mentalidad abortista de algunos sectores”, la arraigada cultura de la corrupción, la impunidad y la ambición desmedida”, la “ausencia de la cultura de la legalidad, del compromiso social, de la corresponsabilidad ciudadana, la pérdida de la conciencia de la moralidad de los actos y las omisiones”.
Antes del viaje de los prelados a Roma, la relación entre el gobierno y la Conferencia del Episcopado Mexicano se tensó a causa de un mensaje emitido en la más reciente asamblea del organismo eclesial titulado “Por México, ¡actuemos!”. El documento fue la primera filosa crítica de los obispos a las reformas constitucionales impulsadas por la administración de Peña.
Para el embajador Palacios Alcocer, ese episodio no contaminará la audiencia entre el Papa y el presidente. Aseguró que los cuestionamientos de los pastores forman parte de un “legítimo derecho de información” a los cuales se les dio una respuesta institucional.
Y advirtió: “El Papa fue muy puntual al señalar que a los obispos no les toca buscar soluciones técnicas ni adoptar posiciones políticas, sino realizar un trabajo pastoral de fondo en sus diócesis. Esta definición del Papa nos ayuda a tener una confianza en una colaboración institucional con la Iglesia en el entendido que la función principal de los obispos, según lo declaró Su Santidad, es: No se preocupen en buscar soluciones técnicas ni adoptar posiciones políticas, más bien cuiden a su grey”.
Peña Nieto estará en Roma poco más de 36 horas. Su agenda incluye la audiencia con el pontífice, un encuentro con el “número dos” de la Santa Sede, el Secretario de Estado Pietro Parolin y una comida con un “viejo conocido” de México por sus tiempos pasados allí como nuncio , el presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, el cardenal Giuseppe Bertello.
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