En más de cien mil, en una cálida tarde romana, en silencio y en oración con el Papa ante al Santísimo Sacramento, para invocar de Dios el don de la paz, para Siria, Oriente Medio y para el mundo entero. Fue el momento más intenso de la larga vigilia de oración guiada por el Papa Francisco la tarde del sábado y que ha convocado también fieles de otras confesiones cristianas, de otras religiones, así como no creyentes. En su meditación el Papa subrayó que "el mundo que queremos es "un mundo de armonía y de paz", como Dios lo ha creado, pero "cuando el hombre piensa solo a sí mismo, a los propios intereses" y se deja "fascinar por los ídolos del dominio y del poder, entonces arruina todas las relaciones ...
Publicar un comentario