del blog Mi Cumbre :
El egoísmo es la condición personal de los que tienen un desmedido, inmoderado y excesivo amor a sí mismo y a sus propios intereses, descuidándose de los demás. No han descubierto que disfruta más el que da, que el que recibe.
Los egoístas siempre van a lo suyo, son incapaces de sentir las necesidades del prójimo. Prefieren encerrarse en su propia torre de marfil, sin querer darse cuenta, ni comprender nada, para no tener que aceptar su propio egoísmo. En el prójimo solamente ven peldaños para ir subiendo, u objetos para utilizarlos en su propio beneficio, sin darse cuenta que ser desprendido y ayudar a los demás, produce más satisfacciones, que todos los actos de egoísmo juntos.
Para prever el egoísmo es conveniente detectar situaciones donde más se puede dar en la vida ordinaria:
1. Cuando en las familias, aunque sobren o falten las cosas, se ignora y desprecia las necesidades de los más próximos: Padres, hermanos y familiares.
2. Cuando hay injusticias en los repartos de herencias, beneficios familiares, trabajos, ayudas o gastos a realizar.
3. Cuando todos en la familia quieren tener la razón y se producen graves discusiones, enfados y riñas.
4. Cuando en los negocios se practica la política del “todo vale”, para obtener el máximo beneficio posible, caiga el que caiga.
5. Cuando se va contra el Décimo Mandamiento de Ley de Dios, encadenado a otros, como: La codicia, la usura, la ambición desmedida, la lujuria, la gula, la deslealtad, el soborno, la traición, la estafa, el robo, la violencia, el engaño, la simonía, la corrupción, la tacañería, el egoísmo, la mezquindad, la avidez, etc.
6. Cuando predomina el egoísmo y falta el amor humano y religioso entre la familia, los amigos y la sociedad.
7. Cuando los cónyuges desprovistos de amor, basan su vida en el egoísmo personal, sin adaptarse al cónyuge y esperando siempre obtener ganancias.
8. Cuando cada uno, creyéndose el centro del universo, quiere las cosas para sí mismo, anteponiendo sus caprichos, a las necesidades de su propia familia.
9. Cuando alguno de los cónyuges, goza de una buena posición económica y social, disfrutándola egoístamente, sin compartir los beneficios con la familia.
10. Cuando pudiendo ayudar con tiempo, dinero o conocimiento, a quienes menos tienen, no hacen absolutamente nada por su prójimo, Estando en una situación, en que debería hacerse.
El egoísmo es la condición personal de los que tienen un desmedido, inmoderado y excesivo amor a sí mismo y a sus propios intereses, descuidándose de los demás. No han descubierto que disfruta más el que da, que el que recibe.
Los egoístas siempre van a lo suyo, son incapaces de sentir las necesidades del prójimo. Prefieren encerrarse en su propia torre de marfil, sin querer darse cuenta, ni comprender nada, para no tener que aceptar su propio egoísmo. En el prójimo solamente ven peldaños para ir subiendo, u objetos para utilizarlos en su propio beneficio, sin darse cuenta que ser desprendido y ayudar a los demás, produce más satisfacciones, que todos los actos de egoísmo juntos.
Para prever el egoísmo es conveniente detectar situaciones donde más se puede dar en la vida ordinaria:
1. Cuando en las familias, aunque sobren o falten las cosas, se ignora y desprecia las necesidades de los más próximos: Padres, hermanos y familiares.
2. Cuando hay injusticias en los repartos de herencias, beneficios familiares, trabajos, ayudas o gastos a realizar.
3. Cuando todos en la familia quieren tener la razón y se producen graves discusiones, enfados y riñas.
4. Cuando en los negocios se practica la política del “todo vale”, para obtener el máximo beneficio posible, caiga el que caiga.
5. Cuando se va contra el Décimo Mandamiento de Ley de Dios, encadenado a otros, como: La codicia, la usura, la ambición desmedida, la lujuria, la gula, la deslealtad, el soborno, la traición, la estafa, el robo, la violencia, el engaño, la simonía, la corrupción, la tacañería, el egoísmo, la mezquindad, la avidez, etc.
6. Cuando predomina el egoísmo y falta el amor humano y religioso entre la familia, los amigos y la sociedad.
7. Cuando los cónyuges desprovistos de amor, basan su vida en el egoísmo personal, sin adaptarse al cónyuge y esperando siempre obtener ganancias.
8. Cuando cada uno, creyéndose el centro del universo, quiere las cosas para sí mismo, anteponiendo sus caprichos, a las necesidades de su propia familia.
9. Cuando alguno de los cónyuges, goza de una buena posición económica y social, disfrutándola egoístamente, sin compartir los beneficios con la familia.
10. Cuando pudiendo ayudar con tiempo, dinero o conocimiento, a quienes menos tienen, no hacen absolutamente nada por su prójimo, Estando en una situación, en que debería hacerse.
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