Hoy me he despedido de la Virgen, porque mañana dejo Zaragoza. He besado el sagrado Pilar, desgastado por tantos biesos, y le he pedido por todo lo que llevo en el corazón.
En este día de la fiesta de San Josemaría le agradezco de corazón a la virgen su protección y su maternal compañía.
Mañana regreso a Villamediana, pero más descansado y con renovada ilusión.
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