La vida de los hombres está fijada sobre tres columnas: pasado, presente y futuro. Pero no raramente las personas quedan atrapadas en el pasado y sofocadas por las preocupaciones del presente, por el deseo de acumular riquezas, olvidándose de ser hijos de Dios. Fue la reflexión que ofreció esta mañana el Papa Francisco, celebrando la santa misa en la capilla de la Casa de Santa Marta. "Las riquezas y las preocupaciones del mundo --explicó- sofocan la Palabra de Dios y no la dejan crecer,(...) nos quitan tiempo". Así, prosiguió el Pontífice, olvidamos que "la columna del pasado es aquella de la elección del Señor", aquella del futuro es el camino hacia la promesa de Dios y aquella presente es "nuestra re ...
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