Del Vatican Insider
El responsable de conducir la reforma de los Legionarios de Cristo, Velasio De Paolis, ya entró en tiempo de descuento. Su mandato concluirá a inicios de 2014. Él deseaba terminar lo antes posible la encomienda que le confirió Benedicto XVI en junio de 2010. Ahora el Papa Francisco le confirmó que podrá dejarla una vez celebrado el capítulo general, la asamblea prevista para el próximo año y de la cual surgirá -entre otras cosas- una nueva cúpula para la congregación.
El 19 de junio pasado Jorge Mario Bergoglio le escribió una carta a De Paolis. En el texto, relativamente frío y casi administrativo, el obispo de Roma aseguró que el próximo capítulo extraordinario “será encabezado por usted". Es decir, por el cardenal mismo y no por Álvaro Corcuera, el director general de la congregación que se encuentra en un periodo de descanso por causa de su delicada salud.
La misiva precisó también que el capítulo “tendrá como tareas principales la elección de un nuevo gobierno del instituto y la aprobación de las nuevas constituciones, que usted luego me remitirá para el correspondiente examen". Esto quiere decir que la reforma no terminará con la asamblea. Los nuevos estatutos deberán ser aprobados por el mismo Papa, quien hasta ahora no ha dejado transparentar qué piensa en realidad del rumbo que han tomado los Legionarios.
De hecho en la carta, de cinco párrafos y difundida por la oficina de prensa de la congregación, Francisco no expresó cuál es su idea para la reforma, ni precisó qué pasará después del capítulo. Sólo sostuvo que desea una “renovación auténtica y profunda” para la Legión y el movimiento de laicos “Regnum Christi".
Casi como reservándose la posibilidad de intervenir en un futuro próximo, Bergoglio no dejó por escrito que el proceso concluirá con la salida del delegado.
En cambio escribió: “Le ruego me mantenga informado acerca del proceso de preparación del capítulo, sobre el cual invoco la asistencia del espíritu santo para que inspire en todos los religiosos una completa dedicación a la tarea del discernimiento sobre su propia vocación en la Iglesia y en el mundo".
Y apuntó: “Le expreso también mi vivo reconocimiento por la entrega con que se prodiga a esta tarea. Deseo dirigir una palabra de aliento a todos los Legionarios de Cristo, a los consagrados y a las consagradas del movimiento Regnum Christi y a los laicos comprometidos en él".
Velasio De Paolis fue designado como delegado pontificio por Benedicto XVI el 16 de junio de 2010 y su mandato principal era conducir la reforma de una institución contaminada por el vínculo pernicioso con su fundador, Marcial Maciel Degollado.
Además de mancharse con delitos como el abuso sexual contra menores, Maciel condujo con mano de hierro tanto los Legionarios como el Regnum Christi. El reconocimiento de estas inmorales acciones por parte de la Santa Sede sumió a ambas instituciones en la peor crisis de su historia.
Decenas de sacerdotes han dejado la congregación en los últimos cinco años. Aún mayor ha sido la sangría entre las consagradas. Por su parte el delegado prefirió centrarse en un “control de daños” de una situación que precipitó y todavía no toca su fondo. A su salida dejará sí nuevos reglamentos internos, pero también muchos pendientes.
Por ejemplo la redacción de una historia verdadera de los Legionarios, un documento honesto que pueda suplir al relato fantasioso e hiperbólico promovido por el mismo Maciel y contenido en una serie de libros que actualmente sólo servirían como basura.
Cuando se reunió en privado con el Papa, el 27 de mayo pasado, De Paolis pidió dejar la “papa caliente” con la que ha debido lidiar en los últimos tres años. El pontífice se lo concedió, aunque resulta claro que la “renovación auténtica” de la Legión que desea Francisco está bastante lejos de ser una realidad.
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