
Cualquier novelista que quiera escribir una novela sobre su vida, la tiene ya escrita. Sólo tiene que limitarse a ir contando su existencia año tras años. Seguro que cualquier escritor sabrá simplificar esa interesante vida para hacerla comprensible al nivel de un musical.
Eso es lo que me gusta de los novelistas actuales, su capacidad para transformar una interesante vida en algo comprensible para todos. Es decir, en un libro para torpes.
Yo, personalmente, estoy contra el pecado. Pero, cinematograficamente, prefiero Julios II al estilo de El Tormento y el Éxtasis.
Publicar un comentario