Hoy, además de celebrar a San Pedro y San Pablo en Lardero he disfrutado de un magnífico día veraniego, casi el primero.
El calor invita a salir y disfrutar de la luz, del aire libre, del verde de los campos y del azul del cielo.
Espero que con el calor pueda disfrtuar también de otros valores más intelectuales, como la lectura, que en los días pasados ya he comenzado a intensificar. Hablaremos de ello un día de estos. Mientras, ¡feliz verano!
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