Del Vatican Insider
El Papa no mira televisión, pero está en todos los canales del mundo. El día de su elección, el 13 de marzo, el Canal 21 de la Arquidiócesis de Buenos Aires fue sumergido por las solicitudes de imágenes del cardenal Jorge Mario Bergoglio que llegaron desde todos los rincones de la tierra. A partir de ahora el archivo video de su ministerio pastoral en Argentina será gestionado desde Roma gracias a un acuerdo con el Centro Televisivo Vaticano.
Julio Rimoldi es director del 21, una señal abierta que se transmite en la capital argentina. Durante la presentación del acuerdo con el CTV en la Sala de Prensa de la Santa Sede, contó detalles sobre la “vida anterior” de Francisco, su relación con los medios y cómo inició la aventura del único canal católico argentina, casi 20 años atrás.
“Pocos saben que siendo cardenal, el hoy Papa Francisco, no miraba televisión ni escuchaba mucho la radio. Sin embargo entendía la importancia fundamental de la TV como herramienta de evangelización", explicó al destacar que no es casualidad cómo el actual líder católico pide una Iglesia que no sea “autorreferencial” y “salga a la calle", porque eso mismo le pedía en Buenos Aires a su clero.
Y precisó: “El tener una televisión coincidía con este anhelo del cardenal, salir al encuentro del otro. Nos pedía no una televisión de sacristía, sino que estuviera basada en los valores fundamentales del servicio y la solidaridad".
Rimoldi describió cómo en 1994 las autoridades argentinas concedieron a la Iglesia el uso de la frecuencia 21 y en ese tiempo el nuncio apostólico en Buenos Aires le dijo a Bergoglio que era necesario asumir el control de la frecuencia para explotarla porque, de otra manera, se perdería.
Entonces el clérigo llamó a Rimoldi y le dijo: “Julio, ¿qué hacemos con esto? Porque es un dolor de cabeza". El ahora director respondió: “Es un dolor de cabeza, de espalda, de piernas, de todo".Y le replicó: “Es una asignatura pendiente que tenemos como Iglesia el brindar contenido de valores universales, no necesariamente confesionales".
Además apuntó: Es una cuestión de autoridad moral, porque la Iglesia sale a decir que la televisión es basura, que los contenidos no sirven. Si hoy nosotros tenemos la posibilidad de brindar algo y no lo hacemos, entonces tenemos que cerrar la boca y no criticar más". Esos argumentos convencieron al hoy Papa sobre la necesidad de tener una televisión católica.
“El 13 de marzo pasamos a ser la televisión de Buenos Aires a ser la TV del Papa, de la noche a la mañana. Ahora tomamos una exposición mundial, nos han llegado pedidos de todos los rincones de la tierra. Nosotros tenemos un archivo de imágenes del cardenal Bergoglio desde su ordenación episcopal, en el año 1992, cuando llegó a Buenos Aires", señaló Rimoldi
Ese amplio archivo de imágenes ahora será gestionado en Europa y otras partes del mundo por el Centro Televisivo Vaticano (CTV), gracias a un acuerdo del cual Francisco se mostró “muy contento” porque será un modo para hacer conocer, en Italia y en Europa, la realidad de la Iglesia de Buenos Aires.
“El uso de las imágenes ayudan a construir puentes y a conocer formas de ser Iglesia en varias latitudes del mundo. Ayudan en alguna manera a hacernos menos extraños y a alimentar la comunión", sostuvo el pontífice.
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