Un amigo me ha enviado un vídeo acerca de las ideas de Ron Paul, un excongresista americano, acerca de la economía. Me gustaría hacer algunas reflexiones (breves) acerca de él, porque pueden servir para todos los países.
Nuestro querido Paul es un hombre (parece ser) muy cristiano, pero sus ideas acerca de cómo funciona el mundo son, por decirlo con mucha caridad, las de un niño de 8º de EGB. (EGB era educación primaria, explicación conveniente para el 61% de lectores de este blog procedentes de otros países.)
Primera conclusión:Un político puede ser muy cristiano, pero eso no necesariamente le capacita ni para dirigir el poblado galo de Astérix.
Cuando hace meses, creo que un año, vi como Ron Paul hacía preguntas en un comité del Congreso al presidente de la Reserva Federal, tuve tanta verguenza ajena por Paul. Sus preguntas eran interminables discursos. Siempre tenía que dejar caer una pregunta al final, porque entre tantas cosas que afirmaba era difícil saber que era lo que, en definitiva, preguntaba.
Era muy triste ver como un aficionado trataba de darle lecciones a Bernanke, que había sido un profesor de economía de los más respetados de Estados Unidos. A Bernanke le conozco desde el 2010 y le admiro. También era digno del mayor elogio el autocontrol de Bernanke, el cual daba respuestas breves y magistralmente precisas a las preguntas más tontas de Ron. La más ridícula de todas fue cuando Ron, después de una interminable pregunta, concluyó todo en un: ¿Piensa que el oro es dinero?
Después de toda una vida dando clases, va al Congreso a responder a la pregunta de si el oro es dinero. Increíble. Bernanke se limitó a responder: It´s an asset.
Pero esto es la democracia y así debemos admitirlo: el más tonto de la clase puede dar lecciones a un académico en un comité del congreso. El mayor especialista que podamos imaginar tendrá que someterse a las preguntas-discurso de un aficionado.
Por supuesto, para la mayoría de los estadounidenses que saben quién es Bernanke, éste es un villano inmerso en oscuras conjuras y Ron Paul es un héroe de la libertad y el patriotismo. Segunda conclusión: La democracia funciona pero es injusta. El que es simple, cuanto más simple sea, más posibilidades tiene de conectar con las masas.
¿Es posible volver al oro como moneda, como defiende Ron? No serviría de nada y tendría indecibles inconvenientes. Ron dice que si el oro fuera la moneda, los precios serían estables y la moneda sería estable. Naranjas de la China. Si el PIB crece, el precio del oro crecería en la misma medida.
Además, a Ron (que tan contrario es al dinero fiduciario) no se le ha ocurrido que cualquier banco, cualquier entidad financiera, podría emitir documentos pagables en la única moneda que habría, que sería el oro.
O sea, al final, nada cambiaría, sólo que el dinero fiduciario lo emitirían los bancos y las entidades de inversión, también las grandes compañías. En el fondo, tendríamos algo exactamente igual que los billetes, pero sin la misma seguridad.
Por otra parte, si la economía entrase en recesión, la Reserva Federal no tendría la capacidad que tiene ahora para maniobrar en los mercados y aminorar el golpe. Sin crédito (como le gusta a Ron) también tendríamos etapas alcistas y etapas bajistas, exactamente igual que ahora. Sólo que creceríamos menos (porque habría menos liquidez) y con más obstáculos (por haber más especulación con la moneda que hubiese). Pero establecido el pánico, el oro no nos salvaría de los cracks, para nada. Si nadie quiere invertir, porque todo se está desplomando, nadie cambiaría su oro (su seguro oro) por participaciones. ¿Entonces cuál sería la ventaja de la idea de Ron? La respuesta es ninguna. Todo son inconvenientes.
El bueno (y simple) de Ron no sabe que la deflacción es tan mala para la economía como las recesiones, porque, de hecho, la deflacción basta para crear recesión. Pero Ron sigue insistiendo en muchos vídeos en que el oro daría estabilidad al sistema. Todo lo contrario. Es la capacidad de crear moneda fiduciaria y operar con ella a nivel estatal (un Banco Central) lo que amortigua las caídas y enfría el sobrecalentamiento de la maquinaria inversora.
Pero la gente cree a Ron, os lo aseguro. Pero el que enseñaba en Princeton es Bernanke. Tercera conclusión: La ciencia y la razón se refugian en los campus. A los simples que saben hablar a las masas, les entregamos el gobierno sobre las naciones.
Post Data:Post dedicado a todos los profesores de universidad que me leen. Algunos habéis entrado en contacto conmigo y honráis mi blog con la presencia de vuestra lectura.
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