En la exhortación apostólica Amoris laetitia (La alegría del amor), Francisco plantea numerosas perspectivas pastorales para mejorar la preparación al matrimonio y el acompañamiento a los recién casados. Hemos preguntado a varios especialistas cuáles son las ideas y propuestas del Papa que les han parecido más útiles para su trabajo de atención a los novios y a los casados.
Juan Pablo II y Benedicto XVI hablaron sobre la necesidad de renovar la pastoral prematrimonial y el acompañamiento a los casados, sobre todo en los primeros años del matrimonio. Consciente de que estas líneas pastorales siguen estando verdes, Francisco vuelve a insistir en algunas propuestas de sus predecesores y pide “una pastoral del vínculo” más incisiva: “Hoy, más importante que una pastoral de los fracasos es el esfuerzo pastoral para consolidar los matrimonios y así prevenir las rupturas” (Amoris laetitia, n. 307).
María Álvarez de las Asturias, defensora del vínculo en el Tribunal Eclesiástico de Madrid, sintoniza con el enfoque de Francisco. El contacto directo con el sufrimiento de quienes viven una ruptura familiar le llevó a buscar la manera de ayudar a la gente a evitar los errores que conducen a esa situación. Empezó a colaborar en la Fundación COF Getafe, de inspiración diocesana. Y en 2012 puso en marcha su propio instituto de orientación familiar, Coincidir, pensado también para las personas reacias a buscar la ayuda de la Iglesia.
En su opinión, una de las claves de la pastoral familiar que propone Francisco es el realismo. “El Papa pone en el centro de Amoris laetitia la importancia de consolidar el amor, pero lo hace de una forma muy realista. No se trata de ser ingenuos y de ‘no ver las dificultades y los puntos débiles del otro’, sino de situar ‘esas debilidades y errores en su contexto’; ‘esos defectos son solo una parte, no son la totalidad del ser del otro’ (n. 113)”. “No se puede pedir al matrimonio una satisfacción emocional del 100% todo el tiempo”.
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